Con 4 meses de atraso se publicó al fin en Gaceta Oficial del pasado jueves lo del préstamo de los aproximadamente US$ 20.000 millones con China a través de la Ley Aprobatoria del Acuerdo sobre Cooperación para Financiamiento a Larguísimo Plazo entre los gobiernos rojo y amarillo, pero al igual como lo había representado el Plan Financiero 1990 y la Apertura Petrolera de inicios de esa década, de la nunca olvidada y siempre presente Cuarta República, el mismo esta lleno de imprecisiones, nada claro en sus planteamientos, con cláusulas leoninas en contra de los intereses de la sagrada patria como forever.
Como sabemos el acuerdo establece un préstamo de 10.000 millones en dólares estadounidenses y 70.000 millones en yuanes, con un plazo máximo de vencimiento a 10 años, a una tasa de interés que se desconoce por completo, ya que esta “será determinada de común acuerdo entre las partes”, por lo que es todo un “top secret”, lo de la tasa pautada y no se sabe si la misma es fija, variable, con prima, sobrina o nietas, muy a diferencia del Plan Financiero de 1990, cuya tasa al menos había salido en Gaceta Oficial 6,75% fija para los bonos Par y para el resto de los bonos tasa variable Libor con prima entre 13/16 y 7/8, aquí y estaríamos diciendo toda una barbaridad, era mas sincera la cuarta república. Lo otro que tampoco dice el acuerdo es como va a hacer la entrega de esos recursos, ¿cuantos tramos?, ¿cuanto en la primera parte?, ¿en dólares o en yuanes?, de esto solo sabemos por boca del Presidente de la República que los chinos ya entregaron los primeros US$ 4.000 millones y lo demás ¿pa´, cuando? y ¿pa´como?, ¿Y como pagaremos esos 10.000 millones de verdes y 70.000 millones de amarillos, pues como sabe todo el mundo con petróleo, ajá, bien, ¡very good! y ¿en cuanto se lo vamos a vender?, eso también es un secreto del acuerdo!, porque la Gaceta solo dice que el vendedor en este caso PDVSA, en nombre del Gobierno de Venezuela “venderá petróleo crudo al comprador” que son los chinos, pero no especifica que la venta se haga a precio de mercado o a precio de gallina flaca estipulado!, algo como esto nos haría perder cualquier juicio en un arbitraje internacional sobre la materia a la hora de un reclamo, en este sentido los chinos no “tlienen ni un cabelo de tontlo”.
Lo que si queda claro en el acuerdo es que para este año tenemos que venderle a los chinos no menos de 200.000 barriles diarios (b/d); en el 2011 no menos de 250.000 b/d y para el 2010 no menos de 300.000 barriles hasta la fecha en que el “acueldo” haya sido cumplido en su totalidad, y esa es precisamente la cuenta que nos cuadra ni haciendo trampa!. El cuadro muestra una sesión de pagos acumulados con un barril de petróleo a US$ 40. Si esto es así y no estamos lejos de que suceda, los chinos al final de año 2015 tienen que haber depositado US$ 22.010 millones suficiente dinero que debe incluir hasta lo intereses por muy alto que estos sean, no obstante a ello los buenos chinos nos dieron hasta el 2020 como plazo máximo para pagar el préstamo!, lo que significa que los amarillos esperan toda una ¡hecatombe! de los precios del petróleo en el corto plazo. La otra cuenta que no nos cuadra es la parte del acuerdo que sostiene que los de la tierra de Mao depositarán el dinero por la compra del petróleo directamente en cuentas colectoras abiertas y mantenidas por el Prestatario con el Prestamista, de donde la porción correspondiente del dinero que se deposite en las cuentas colectoras se utilizará para pagar al Prestamista el capital, intereses y otros montos adeudados, suerte de que los chinos paguen y se den el vuelto ellos mismos, como hace pues Giordani en la Bodega Central de Venezuela.
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