Si algo siempre nos ha preocupado, ha sido la manera en que la Bodega Central de Venezuela ha contabilizado las trasferencias de más de US$ 40.000 millones de reservas internacionales que se han hecho al Fonden, dicho sea de paso la cosa más corrupta en toda la historia republicana de nuestro país. Los registros comenzaron en el último trimestre del año 2005 cuando la BCV anotó en el balance general del banco aquellos primeros 6 “millarditos” en el renglón de “Otros Activos en Moneda Nacional”, más específicamente en una cuenta denominada “Fondos transferidos al Fonden”, por Bs. 12.453 millones (US$ 6.000 x 2,14). Entretanto, para el 2006 la transferencia hecha por el BCV al Fonden de US$ 4.275 millones durante el segundo trimestre de ese año, fue contabilizado en el “Patrimonio” del banco detalladamente como Bs. 9.168 millones en la cuenta “nivel adecuado de reservas internacionales”, que correctamente era descontado del patrimonio de la Bodega Central. Luego vendría el aporte de los US$ 6.770 millones (Bs. 14.487 millones) trasferidos en el 2007, reseñados en el renglón de “Activos Diversos en Divisas”, más específicamente en la cuenta de “Otros Activos en Divisas”, durante el primer semestre de ese año cuando éstos pasaron de Bs. 5.201 millones en diciembre 2006 a Bs. 19.887 millones a julio de 2007.
Este vómito financiero prosiguió en el año 2010, cuando el aporte de los US$ 7.000 millones de ese año también fueron anotados como “Otros Activos Diversos en Moneda Nacional”, cuando estos pasaron de Bs. 46.256 millones de diciembre 2009 a Bs. 61.063 millones para junio 2010, contemplándose allí al menos US$ 6.000 millones (Bs. 15.540 millones) transferidos en el primer semestre del año. Y lo que vino a completar esta gran tragedia para la gente decente de este país, es que llegó la devaluación de la moneda en el 2011 y con ella ¡la gran trácala del siglo!. El asunto se trató de que el Merentes en vista de que la devaluación alteraría en muchos bolívares los balances de la Bodega Central, aprovechó la oportunidad ni corto ni perezoso, y transfirió ¡aquellos primeros US$ 6.000 millones anotados en “Otros Activos en Moneda Nacional” a la cuenta del nivel adecuado de reservas ubicada en el Patrimonio!, razón por la cual ésta que se mantuvo en los históricos Bs. 9.168 millones hasta diciembre de 2010 pasó a ¡Bs. 39.438 millones! para enero 2011, donde están contenidos los Bs. 12.453 millones de los primeros 6 millarditos, existiendo aún una diferencia de casi ¡Bs. 18.000 millones! (9.168 + 12.453 = 21.621 - 39.438), donde lo más seguro es que se trate de otras transferencia hechas por el BCV al Fonden que sería imposible detectar, para que así aquellas transferencia registradas como activos u otros, comenzaran a desaparecer de los balances de la Bodega Central de Venezuela.
Para hacer tal cosa Merentes, contó con una autorización de la Sudeban, que aún dirige el zángano de Behrens, como así está señalado en la nota a los estados financieros de junio 2011 la cual sostiene: “Conforme a la autorización emitida por la Sudeban mediante oficio N° SIB-IP-GIBPB1-03799 del 22 de febrero de 2011, se efectuó la reclasificación al patrimonio, específicamente a la cuenta denominada “Nivel adecuado de reservas internacionales”, del saldo de Bs. 12.453.293 miles, correspondiente al aporte efectuado en el año 2005 al Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden)”, y esta es la razón por la cual aparecen ahora los 6 millarditos en el patrimonio después de haber estado 6 años contabilizado en Otros Activos en Moneda Nacional. Aquí la tracalería es sistémica, porque debemos recordar que fue la propia Superintendencia de Bancos quien había autorizado al Banco Central a que registrase los primeros 6 millarditos en otros activos en moneda nacional a través del “confidencial” oficio Nº SBIF-DSB-II-GGI-G16-12493 de fecha 18 de julio de 2007, confidencialidad que rectificó en sentencia firme la Corte Segunda de lo Contencioso Administrativo, que tuvo como Juez Ponente a Emilio Ramos González, por lo que estamos seguro que al menos durante este gobierno no se sabrá el contenido del mismo, y al decir nosotros que esta tracalería es sistémica es porque involucra a Giordani, Merentes y Armando León por ser firmantes de los balances del banco y a Behrens por dar la orden desde la Superintendencia.
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