martes, 13 de marzo de 2012

Los “tracaleros” de Jorge Giordani, Nelson Merentes, Armando León y Hernández Behrens se valieron de la devaluación del 2011 para empezar a borrar los más de US$ 40.000 millones que ha aportado el Banco Central al Fonden

Si algo siempre nos ha preocupado, ha sido la manera en que la Bodega Central de Venezuela ha contabilizado las trasferencias de más de US$ 40.000 millones de reservas internacionales que se han hecho al Fonden, dicho sea de paso  la cosa más corrupta en toda la historia republicana de nuestro país. Los registros comenzaron en el último trimestre del año 2005 cuando la BCV  anotó en el balance general del banco aquellos primeros 6 “millarditos” en el renglón  de “Otros Activos en Moneda Nacional”, más específicamente  en una cuenta denominada “Fondos transferidos al Fonden”, por Bs. 12.453 millones (US$ 6.000 x 2,14). Entretanto, para el 2006 la transferencia hecha por el BCV al Fonden de  US$ 4.275 millones durante el segundo trimestre de ese año, fue contabilizado en el “Patrimonio” del banco detalladamente como Bs. 9.168 millones en la cuenta “nivel adecuado de reservas internacionales”,  que correctamente era descontado del patrimonio de la Bodega Central.   Luego vendría el aporte de los US$ 6.770 millones (Bs. 14.487 millones) trasferidos en el 2007, reseñados en el renglón de “Activos Diversos en Divisas”, más específicamente en la cuenta de “Otros Activos en Divisas”, durante el primer semestre de ese año cuando éstos pasaron de Bs. 5.201 millones en diciembre 2006 a Bs. 19.887 millones a julio de 2007. 

Aquí debemos confesar, que para el año 2008 le perdimos la huella a los US$  1.538 millones aportados por el Banco al Fondo  en ese año, debido principalmente a la poca cuantía del mismo que se nos hizo de verdad invisible,  no obstante a ello nuestras pesquisas nos hicieron entrever que el aporte de los abusivos US$ 12.299 millones del primer trimestre 2009, fueron anotados en el renglón de “Otros Activos en Moneda Nacional”, concretamente  en la cuenta “Activos Diversos en Moneda Nacional”, cuando  los mismos pasaron de Bs. 19.751 millones de diciembre 2008 a Bs. 46.325 millones a marzo de 2009. Así las cosas, hasta aquí tenemos ¡cuatro registros distintos! de las transferencias de reservas internacionales al Fonden en los balances generales de la Bodega Central; dos como Activos de Moneda Nacional (2005 y 2009);  una en Activos Diversos en Divisas (2007), y una en Patrimonio (2006), algo que atenta contra cualquier principio mínimo de contabilidad generalmente aceptado,  en donde resaltaba el hecho claro y concreto, que todos aquellas transferencias anotadas como activos, ¡serían deuda del Fonden con el Banco!.

Este vómito  financiero  prosiguió en el año 2010, cuando el aporte de los  US$ 7.000 millones de ese año  también fueron anotados como “Otros Activos Diversos en Moneda Nacional”, cuando estos pasaron de Bs. 46.256 millones de diciembre 2009 a Bs. 61.063 millones para junio 2010, contemplándose allí al menos US$ 6.000 millones (Bs. 15.540 millones) transferidos en el primer semestre del año. Y lo que vino a completar esta gran tragedia para la gente decente de este país, es que llegó la devaluación de la moneda en el 2011 y con ella ¡la gran trácala del siglo!. El asunto se trató de que el Merentes en vista de que la devaluación alteraría en muchos bolívares los balances de la Bodega Central, aprovechó la oportunidad ni corto ni perezoso, y transfirió ¡aquellos primeros US$ 6.000 millones anotados en “Otros Activos en Moneda Nacional” a la cuenta del nivel adecuado de reservas ubicada en el Patrimonio!, razón por la cual ésta que se mantuvo en  los históricos Bs. 9.168 millones hasta diciembre de 2010 pasó a ¡Bs. 39.438 millones! para enero 2011, donde están contenidos los Bs. 12.453 millones de los primeros 6 millarditos, existiendo aún una diferencia de casi ¡Bs. 18.000 millones! (9.168 + 12.453 = 21.621 - 39.438), donde lo más seguro es que se trate de otras transferencia hechas por el BCV al Fonden que sería imposible detectar, para que así aquellas transferencia registradas como activos u otros, comenzaran a desaparecer de los balances de la Bodega Central  de Venezuela.

               Para hacer tal cosa Merentes, contó con una autorización de la Sudeban, que aún dirige el zángano de   Behrens, como así está señalado  en la nota a los estados financieros de junio 2011  la cual sostiene:   “Conforme a la autorización emitida por la Sudeban mediante oficio N° SIB-IP-GIBPB1-03799 del 22 de febrero de 2011, se efectuó la reclasificación al patrimonio, específicamente a la cuenta denominada “Nivel adecuado de reservas internacionales”, del saldo de  Bs. 12.453.293 miles, correspondiente al aporte efectuado en el año 2005 al Fondo de  Desarrollo Nacional (Fonden)”, y esta es la razón por la cual  aparecen ahora los 6 millarditos  en el patrimonio después de haber estado 6 años contabilizado en Otros Activos en Moneda Nacional. Aquí la tracalería es sistémica, porque debemos recordar que fue la propia Superintendencia de Bancos  quien había autorizado al Banco Central a que registrase los primeros 6 millarditos en otros activos en moneda nacional a través del “confidencial” oficio Nº SBIF-DSB-II-GGI-G16-12493 de fecha 18 de julio de 2007, confidencialidad que rectificó en sentencia firme la Corte Segunda de lo Contencioso Administrativo, que tuvo como Juez Ponente a Emilio Ramos González, por lo que estamos seguro que al menos  durante este gobierno no se sabrá el contenido del mismo, y al decir nosotros que esta tracalería es  sistémica es porque involucra a Giordani, Merentes y  Armando León  por ser firmantes de los balances del banco y a Behrens por dar la orden desde la Superintendencia.

      

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