Cuando un bono tiene liquidez este tiene precio en las pantallas de las entidades financieras internacionales que los negocian al menos el 75% del tiempo, por el contrario un bono sin liquidez, significa que el mismo raramente es encontrado en las pantallas financieras de las instituciones que lo negocian, que por su bajo valor en el mercado precio es lo que se conoce como bono “basura”, es decir, nadie da medio por él. En esta última categoría y por diversas causas estuvieron por mucho tiempo aquellos bonos emitidos en el 2007 por PDVSA, y sólo ha sido la enfermedad presidencial y la incertidumbre que existe sobre ella, la que ha subido tales bonos. Así las cosas, para el día viernes 17 de febrero, o sea, antes de irnos de Carnaval los PDV 17, 27 y 37 de la estatal petrolera se cotizaban en dólares en 62,25; 50,00 y 49, 25 por ciento respectivamente, lo cual significaba en el caso de los dos últimos que si usted tiene US$ 10.000 como valor nominal, al venderlo en esa fecha le entregarían solo ¡US$ 5.000!, lo que haría perder el 50% de su valor. De la misma manera, el PDV 16 y el nuevo PDV 17 se cotizaban en ese preciso momento en 62,50 y 62,25 por ciento.
La enfermedad presidencial no escapa de también incidir sobre el riesgo-país de Venezuela que desde hace más de un año no bajaba de los 1.000 puntos, lo cual indicaba que a la hora de emitir deuda en dólares, si el rendimiento anual de un instrumento norteamericano a 10 años era de 2,75%, tendría que ofrecer un rendimiento es ese bono como mínimo de 12,75% (1.000/100 + 2,75) para que el comprador se pudiera interesar, de hecho este altísimo riesgo país sobrepasó la barrera de los 1.400 puntos en octubre de 2011, pero ahora con el triunfo de Capriles, que significaría el respeto a la propiedad privada, el regreso de la inversión extranjera y la muerte del Socialismo del Siglo XXI, el riego país cerró al cierre de esta edición en menos de 800 puntos, lo cual ha significado una disminución del 12%, por ahora!
No hay comentarios:
Publicar un comentario