miércoles, 7 de marzo de 2012

La cuenta del Banco Central donde Merentes tiene su gran “chanchullo” pasó de US$ 4.557 millones en diciembre 2010 a casi US$ 12.000 millones para diciembre 2011

         Uno de los actuales poderosos funcionarios  del régimen que deberá  rendir cuenta de sus actuaciones fraudulentas en un nuevo gobierno, será sin duda el dos veces ministro de Finanzas Nelson Merentes quien se desempeña en la actualidad como presidente del Banco Central que ha convertido en una autentica Bodega. Así las cosas, Merentes como ministro de Finanzas comenzó su esguace  como ministro de Finanzas cuando en el año 2005 vendió al sistema financiero nacional más de US$ 2.300 millones de bonos en propiedad de la nación  a un tipo de cambio no oficial violando con esto la Ley de Ilícitos Cambiarios de ese año. Del mismo modo, el kinomatemático  estuvo también involucrado en aquel fraudulento pago de la deuda externa con el Banco Mundial, donde la misma se pagó dos veces,   hecho que comenzó en el segundo trimestre del año 2006 y que se extendería hasta el 2007, pero la que ha sido su más grande corruptela  fue aquella   recompra que hizo  a mediados de 2006 de los últimos US$ 3.800 millones de bonos Brady que quedaban, donde la nación tuvo pérdidas por  más de US$ 800 millones, mientras que él se beneficiaba grandilocuentemente, pero sobre esta operación no fue todo lo que pasó.

Resulta ser, que cuando el Merentes hizo la recompra de tales bonos, éstos  tenían una garantía de pago a la fecha de su vencimiento en el año 2020 llamada “colaterales”, que se había hecho en diciembre de 1990 durante su emisión originaria, lo cual no era más que un Bono Cero Cupón (BCC) que se había comprado cuando se realizó aquel  plan,  cuya recapitalización  de intereses por 30 años “prepagaba” esa deuda,  pero una  vez hecha la recompra en el año 2006  a la república, se le tenía que devolver la recapitalización que hasta ese entonces se tenía de ese BCC,  en otras palabras, a la nación se le tenía que regresar la recapitalización de ese bono  entre 1990 y el año 2006. En esa oportunidad, y así lo dejó plasmado en la página 21 de la Memoria del Ministerio de Finanzas de ese año, el propio Merentes sostuvo que  tales  “colaterales  liberados” por US$ 2.266 millones eran  un activo para la República, que fueron reseñados como ingresos extraordinarios para  la nación, y utilizados  como parte para “el pago de servicio de la deuda externa”, sobran los elementos de prueba sobre la materia. 

Pero esta  recapitalización de 16 años del BCC por US$ 2.266 millones al momento de la recompra, que llegaron a  utilizarse  “supuestamente” para pagar parte de la deuda externa de 2006, fueron al mismo tiempo fraudulentamente registrados al final de ese año  en la cuenta: “Activos Diversos en Divisas”  del BCV  por un total de ¡US$ 2.163 millones!, específicamente anotados como “Colaterales del Refinanciamiento Plan Financiero 1990”, desde donde extrañamente se siguió “recapitalizando”, para llegar al segundo semestre 2008 a US$ 3.299 millones, con la salvedad que en la  Nota a los Estados Financieros del BCV de esa cuenta en ese periodo, le cambiaron el nombre y la denominaron “Bono Cero Cupón”. En este contexto, Merentes tuvo la “mala leche” de que lo nombraran bodeguero presidente del BCV, y ahora tendría que explicar en este gobierno o en otro,  ¿cómo era posible que unos reales que él había destinado para el pago del servicio de la deuda externa en el año 2006, siguieran contabilizándose  en la Bodega Central como Activos de Divisas?

  El tiempo pasó y al fraudulento kino no se le ocurrió otra brillante idea que cambiarle otra vez, el nombre a la condená cuenta, algo que hizo para el  segundo semestre 2010, bautizándola ahora como “Otros Valores en Moneda Extranjera”, cuyo monto alcanzó los  US$ 7.504  millones para junio de 2011, terminado dicha cuenta el pasado año en ¡US$ 11.790 millones!,  según las Notas a los Estados Financieros de la Bodega Central del  segundo semestre 2011, es decir, una cuenta que tenía muy poco crecimiento, aparece ahora con un acumulativo de más de ¡US$ 7.200 millones en un solo año!,  cuando ha pasado de US$ 4.557 millones en diciembre 2010 a US$ 11.790 millones en diciembre 2011. Esto y mucho más, es algo que tendría que explicar en el futuro quien sería el fraudulento ex-presidente del BCV ante nosotros que seremos la parte acusadora. Pero será muy difícil agarrarlo, este caballero como tantos otros  que le han hecho un daño patrimonial a la nación se irán con la cabuya en la pata, tendrán cuatro largos meses para eso, como cuan primeras ratas que saltan del barco cuando este se hunda el 7 de octubre de este año, sino cambian esa fecha.

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