Una de las causales para la intervención de más de 40 Casas de Bolsas en el país, es que las mismas fueron acusadas en su mayoría de ser especuladores de llamado dólar permuta, y responsables por consiguiente, de los altos índices de inflación de la economía venezolana por ese tipo de cambio alternativo, cambio permuta que alcanzó su mayor auge durante el año 2009. Esto como sabemos comenzó con la emisión en julio de ese año con el lanzamiento de los Petrobonos 2011, el cual tuvo una prima de corte del 175% sobre el valor nominal del papel, seguirían a este en septiembre del mismo año los US$ 5.000 millones de los Soberanos 19 y 24, al 140% de su valor, para cerrar en octubre con la emisión de nuevos Pudrebonos por US$ 3.261 millones con un precio del 138% de su valor nominal, por supuesto todo realizado totalmente con la anuencia de la Bodega Central de Venezuela, organismo que fue el agente financiero colocador de los más de US$ 11.000 millones que emitió la Republica en ese año de 2009, de hecho era el mismo BCV, quien colocaba el precio de las emisiones, es decir Merentes, que “causalmente” había llegado a la presidencia del Ente Emisor en abril de ese mismo año.
Ahora bien, con el desarrollo del mercado secundario de deuda pública nacional, fue una realidad ineludible la puesta en funcionamiento, a partir del 11 de mayo de año 2004, de la interfaz entre el Sistema Integrado Bursátil Electrónico (SIBE) de la Bolsa de Valores de Caracas (BVC) y el Sistema Integrado de Custodia Electrónica de Títulos (SICET) del Banco Central de Venezuela, desarrollada por ambas instituciones, lo cual significaba que el mercado de capitales nacional gozaría de una mayor eficiencia, dinamismo y transparencia en las operaciones, siendo el fin último la modernización del mercado de capitales, con sistemas automatizados para pactar las operaciones en tiempo real, dándole al mismo tiempo la oportunidad de pequeños y medianos inversionistas y publico común para adquirir títulos de Deuda Pública Nacional.
De esta forma, desde hace un tiempo para acá, a través de la pantalla del SIBE bajo la responsabilidad de la BVC se ofrece a los intermediarios, el monitoreo de la información sobre las operaciones, precios convenidos y los cruces de transacciones, lográndose así una mayor transparencia en la información de cotizaciones y transacciones, instrumentos ofertados, oferentes y demandantes en el mercado de deuda pública, que incluía los precios promedios resultantes, así como los montos negociados a través de su página web, mientras que el BCV sería el “custodio” y “liquidador” de tales operaciones a través del SICET, que puede ser consultado por las instituciones participantes para saber resultados de liquidación de las operaciones pactadas en el sistema, por lo tanto, si bien es cierto, los bonos reposan en la Caja Venezolana de Valores, no había transacción electrónica de estos que no supiera en el BCV, incluyendo lo relacionado a la compra y venta de títulos que hacían los intermediarios a sus clientes, es decir, la Bodega Central de Venezuela, si conocía los precios en que se transaban los bonos que generaron el permuta, es decir, Merentes lo sabía!. En este contexto si más de 40 Casas de Bolsas fueron acusadas de lo que nosotros consideramos en su oportunidad como “lavado de bonos”, término que mantuvimos y explicamos en nuestra interpelación ante la Comisión de Finanzas de la AN en enero de 2010, entonces el principal culpable de esta situación no es otro que el Banco Central!, porque tal institución estaba al tanto del precio en que las Casas de Bolsas le vendían los bonos a sus clientes, ya que tales debían pasar primero por el Sistema Integrado de Custodia Electrónica de Títulos, que es lo que alega la parte defensora de la Casa de Bolsa Venevalores en el juicio que se le lleva a cabo. Así las cosas, si muchas Casas de Bolsas fueron intervenidas por “comercialización indebida de divisas” y “asociación para delinquir”, como ha sido el caso, el jefe de esta banda, no es otro que el propio presidente del BCV, es decir Merentes!.
El Ministerio Público envió una carta al Banco Central solicitándole a este ente especulador, la explicación de los diferenciales de precios por el que las cuestionadas Casas de Bolsas vendían a través del SICET del BCV, así como su venta al mercado internacional, la Bodega respondió, pero como se trata de nombrar en la casa del ahorcado la soga, el documento en cuestión lo perdieron!, oficio que a nuestro juicio no revela la inocencia de las Casas de Bolsas intervenidas, sino la entera culpabilidad del BCV en el asunto de la especulación del mercado permuta, algo que podría provocar la renuncia del Kinomatemático de ente que dirige. Merentes no solo tiene la culpa en los antes comentado, sino que siempre supo u ordenó que la emisión de tales bonos se hicieran sin aplicar la Ley del Mercado de Capitales vigente para el 2009!, así como dar la autorización para que las instituciones financiaras excluyeran del cálculo de la posición en monedas extranjeras los bonos en dólares emitidos, cuando existía para esto un “limite máximo” de 30% según Oficio GOC/DNPC/2006-05-05 de mayo de 2006. Pero Merentes no se irá del BCV, olvídense de ese tango, se quedará en su cargo al igual como pasó con el Superintendente Beherens, co-responsable de todo lo que hicieron los banqueros antes de sus respectivas intervenciones, la cabuya my friends seguirá reventando por lo más delgado, por ahora!.
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