lunes, 8 de agosto de 2011

Rafael Ramírez se valió de un “vómito financiero” para poder ocultar el robo de los US$ 370 millones que se produjo en PDVSA con la recompra de sus bonos


Como lo habíamos anunciado nosotros  estábamos esperando como caimán en boca en caño el informe total operacional y financiero de Pudrevsa del pasado año, que al fin se dignó Ramírez en publicar, para  demostrar  una vez más, y en forma definitiva, el robo descarado de US$ 370 millones que le hicieron a la estatal petrolera en una operación de recompra de bonos. La historia se remonta  desde octubre de 2009 cuando la estatal petrolera  emitió  US$ 3.261 millones en bonos con cupón, especificados en US$ 1.413 millones con vencimiento en el 2014, la misma cantidad  con caducidad en el 2015 y US$ 435 millones con término en el año 2016, veamos que fue lo que paso?  

 Todos debemos recordar que a finales del año 2009  siempre se dijo de manera extraoficial, que Pudrevsa  aprovechando el valor basura de sus bonos, había recomprado algunos de ellos, y seria su propia empresa auditora, los alcahuetes comiquitas de KPMG (Kiko, Pepita, Mimí y Godines), la que corroboraría  tal actuación, sosteniendo en su informe auditado de ese año que: “Durante el mes de diciembre de 2009, la compañía realizó operaciones de recompra de bonos emitidos en octubre de 2009 con vencimientos en los años 2014, 2015 y 2016 (véase la nota 22)”, agregando además que:  “en esta operación, PDVSA reconoció una ganancia de $170 millones (Bs.365 millones), originada por la diferencia entre el valor contable de la deuda y el valor  de adquisición de esos bonos”, sosteniendo la empresa auditora que PDVSA posteriormente realizó una transacción financiera mediante la cual entregó estos bonos para pagar ciertas obligaciones pendientes con proveedores,    bonos denominados en dólares y fueron recibidos por los proveedores a un valor acordado en bolívares”, transacción por la cual la estatal reconoció incluso una ganancia de $ 264 millones (Bs.568 millones), originada por la diferencia entre el valor contable de las cuentas por pagar a proveedores y el valor acordado de recepción de estos bonos por parte de los proveedores en la negociación”, sostiene el informe auditado en el 2009.

Ante no la especificación de la transacción hecha por parte de esta gentuza de KPMG,  nuestros cálculos indican que una de las  formas para  obtener en la recompra de tales  bonos una ganancia de  US$ 170 millones, es que se hayan recomprados  unos US$ 328 millones de Petrobonos 2014 y 2015 al 55% de su valor para el momento, por lo que allí Pudrevsa  necesitaría solo de US$ 180  millones para recomprar a ese precio los US$ 328 millones, obteniendo de esta manera por este lado  una ganancia de US$ 148 millones, que es la diferencia entre el valor nominal (328) y el valor de recompra (180). Y como también en la recompra estuvo involucrado el bono 2016, hemos dejado para ese bono una recompra de deuda de US$ 41 millones al 47% de su valor, por lo que PDVSA echaría en este caso US$ 19 millones para sacarle una ganancia de US$ 22 millones, que sumada a la anterior de 148 palos, se llega a una ganancia  de US$ 170 millones como dicen estos idiotas de  KPMG.  En síntesis, PDVSA se quitó de encima US$ 369 millones con un desembolso de US$ 199 millones lo que origina la supuesta ganancia de los US$ 170 millones, y ciertamente la ganancia pudo haber sido aún más, si metemos  allí  cálculos de valor presente, porque KPMG se refiere solo al valor nominal de la deuda, pero por ahora esto es suficiente para demostrar el descarado robo, sencillamente ¡porque el valor recomprado nunca fue descontado!. Sobre este punto veamos el siguiente caso:

En octubre del pasado año también como fue público y notorio Pudrevsa no tenía con que pagar los US$ 3.000 millones del Petrobono 2011 a vencerse en julio de este año, lo que la llevó a  ofrecer  un canje para salir de ese atolladero, y fue conocido por Raymundo y todo el mundo que la estatal petrolera solo pudo canjear un valor nominal de US$ 550 millones, los cuales tenían que ser descontados del monto total de los US$ 3.000 millones, para que el saldo quedará en US$ 2.450 millones, como efectivamente se hizo, plasmado en el informe final 2010, remanente que  se pagaría este año con una truculenta transacción con la Bodega Central de Venezuela, pero no se hizo así con los bonos recomparados a finales de 2009 como lo veremos mañana en la segunda parte de este articulo…




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