Para el año 2006 la deuda financiera de Citgo, la mayor filial de PDVSA en el mundo era de alrededor de US$ 1.200 millones, producto esencialmente de un acuerdo de crédito garantizado en el 2005 por US$ 700 millones con vencimiento en el año 2010 y por US$ 529 millones de una emisión de bonos que se había hecho con vencimiento entre los años 2006 y 2032, llamando mucho la atención el hecho de que para conseguir tales préstamos, la filial tuvo que colocar en garantía su participación en sus refinerías de Lake Charles, en Louisiana, y de Corpus Christi, en Texas, así como sus “cuentas por cobrar comerciales” y hasta sus inventarios, es decir Citgo daba como garantía de pago de dichos préstamos sus propios activos!. Para el año siguiente dicha deuda aumenta a más de US$ 2.300 millones, principalmente debido a una facilidad de crédito con vencimiento en el año 2008 por US$ 1.000 millones, encabezado por el BNP Paribas y el UBS, y como llegado el tiempo tal préstamo se venció en junio de 2008, y no teniendo Citgo dinero para cancelarlo, puesto que las refinación de casi un millón de barriles diarios de petróleo en tierra norteamericana así como sus 13.000 estaciones de gasolina lo que dan es pura pérdidas, no le quedo otro camino que cancelar ese mono con otros dos créditos.
El primero de ellos fue otorgado por los buenas gente de BNP Paribas quienes volvieron a liderar una facilidad de crédito de US$ 450 millones a vencerse en el 2010, garantizado de nuevo por ciertas cuentas por cobrar de Citgo, con lo que el BNP se pagó su préstamo y volvió a endeudar a Citgo en una de “pagar y darse el vuelto”. Esta facilidad tiene un vencimiento anual, con opción de renegociación por períodos anuales por lo que para diciembre de 2009 se debían de este préstamo US$ 225 millones. El segundo crédito fue liderado por el Sumitomo Mitsui Bank Corporation (SMBC), que otorgó un préstamo por US$ 515 millones con vencimiento en el año 2012, con una tasa de interés de Libor más 2,125% y con dos amortizaciones especiales, la primera por 200 palos para febrero de 2011 y la segunda por US$ 100 millones para febrero de 2012, a diciembre de 2009 el saldo de esta deuda era de US$ 511 millones. El 2008 también fue el año donde Citgo reextendió los bonos que vencían en el 2032 hasta 2043, a través de cartas de crédito emitidas bajo la facilidad de una nueva línea crédito preferencial garantizada, brindando soporte adicional para los bonos a tasa variable, para diciembre del pasado año dicha deuda ascendía a US$ 588 millones, fecha en la cual la filial también debía US$ 400 millones del crédito rotativo contratado en el 2005 a vencerse también en el 2010, en total Citgo cerró el 2009 con una deuda financiera de casi US$ 2.500 millones, cuyos vencimientos de este año y el que viene tampoco puede pagar, razón por la cual la empresa optó por la vieja técnica cuartorepublicana de “recalentar” la deuda.
Así las cosas, sin entrar mucho en detalle el escueto balance operacional y financiero de PDDEUDA sostiene, que Citgo en junio de 2010 consiguió una facilidad de crédito por US$ 700 millones con vencimiento en el año 2017 y con una tasa de interés que varía entre 6 y 9,25 por ciento. De la misma forma, la empresa emitió bonos corporativos por 300 palos verdes con cupón de 11,50% anual, con amortizaciones del principal semestralmente y vencimiento también en el año 2017. Y no suficiente con lo anterior, la empresa también consiguió otra facilidad de crédito rotativa por un monto de US$ 750 millones con semejantes condiciones que la primera antes descrita, todo lo cual ha servido para refinanciar la deuda a vencerse entre este año y el 2012. Sobre el particular debemos recordar, que la filial antes de hacer esta refinanciamiento había tratado de emitir US$ 1.500 en bonos que nadie quiso en el mercado internacional a pesar de estar ofreciendo un cupón de 11,75%, por lo que tuvo obligada entonces en el proceso de refinanciamiento de su deuda a ofrecer pagos de interés muchos mas altos. En este sentido, deuda de la empresa que pagaba 3,25% fijo de interés pasó a ser 6,50% variable, mientras que otros intereses se elevan hasta el 9,25%, reextendiendo en muchos caso los plazos de vencimiento hasta por los menos el 2017, y no suficiente con eso para conseguir tal refinanciamiento, como en el pasado la empresa tuvo que colocar en garantía gran parte de sus activos: participación en sus refinerías, cuentas por cobrar comerciales y sus inventarios. Pero una vez llegado el 2017 como tampoco se va a pagar esa deuda, entonces lo mejor es salir de la empresa, y es la razón fundamental de por que se quiere vender hoy.
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