Como es sabido, en materia de endeudamiento el gran “escollo” de la Revolución Bolivariana, ha sido la Deuda Pública Interna (DPI), principalmente a través de las emisiones de Bonos de Deuda Pública Nacional (DPN), y para lo que se pudiera pensar, el gran aumento de esta, no comenzó como consecuencia del paro petrolero de 2002-2003, sino que fue a partir del año 2000, cuando la misma creció en un 90%, momento en el cual los Bs. 3.831 millones de 1999 pasaron a ser Bs. 7.254 millones para ese año. De este modo, fue que los venezolanos nos volvimos a enterar de la existencia de la deuda interna, la misma que había apareado con más de Bs. 1.200 millones (haciendo la reconversión, 18% del PIB), la nefasta crisis bancaria de 1994, donde por cierto, no hubo ni un solo banquero con los ganchos puestos. Sobre este punto del comienzo del endeudamiento interno, es notorio resaltar que el extinto Congreso Nacional no aprobó ninguna Ley de Presupuesto para el año 1999, por consiguiente la Nación no tenía entonces un base de legal para el endeudamiento de ese año. Razón fundamental por la cual en abril de 1999 el nuevo Congreso promulgó el 26 abril de 1999 la “Ley Orgánica que Autoriza al Presidente de la Republica para dictar Medidas Extraordinarias en Materia Económica y Financiera requerida por el interés publico”, conocida popularmente como la tan asonada “Ley Habilitante,” donde el articulo 2 autorizaba un endeudamiento de US$ 3.800 millones. De esta forma y con un déficit fiscal por el orden de los Bs. 700 millones, el ahora comandante presidente, en junio de 1999 a través del Decreto Nº 151, autorizaba el monto máximo de endeudamiento de US$ 4.303,2 millones que podía recibir la Republica en ese año.
Sin embargo pese a ello, para el primer año del nuevo gobierno el todavía Ministerio de Hacienda, registró desembolsos de deuda por US$ 7.356 millones!, de los cuales US$ 1.384,9 millones pertenecían a la deuda externa y el resto US$ 5.972 millones a la deuda interna. Es decir, por concepto de deuda interna se desembolsaría Bs. 3.810 millones!, que a un tipo de cambio de Bs. 0,638/US$ para el momento, representaban los US$ 5.972 millones, comenzaban temprano mal las cosas en la Revolución, en este desorden, el saldo de deuda interna pasaría de Bs. 2.532 millones en 1998 a Bs. 3.831 millones para 1999. Sería la Asamblea Nacional Constituyente, la que otorgaría en diciembre de 1999 a la Revolución Bolivariana su primer marco legal para un masivo endeudamiento a través de la Ley de Presupuesto del año 2000, establecido en Bs. 17.878 millones, de los cuales Bs. 3.915 millones vendrían por endeudamiento, divididos en Bs. 1.053 millones por la interna y Bs. 2.862 millones por la externa (US$ 4.088,7 millones). Sin embargo, en ese año mientras los desembolsos por concepto de deuda externa fueron de unos conservadores US$ 1.588,7 millones, los de la deuda interna llegaron a Bs. 6.168 millones!, es decir hubo en exceso de mas de Bs. 5 billones de los viejos bolívares!, razón por la cual la deuda interna pasó de un saldo de Bs. 3.831 millones en 1999 a Bs. 7.254 millones!, para el cierre del año 2000 lo que significaba un aumento de 90% ya comentado. Desde entonces ese masivo endeudamiento interno en la V Republica como lo muestra la gráfica, fue no menos que indetenible!
De esta forma al llegar a la crisis política económica del año 2002, reseñados por el Golpe de Estado de Abril y el Paro Petrolero de final de ese año, ya el gobierno le había agarrado el “gustico” al endeudamiento interno, de hecho posterior a ese año, la deuda interna nunca volvería a aumentar 90% con respecto a un periodo anterior, siendo el mayor aumento después de este, el ocurrido durante la crisis económica de 2009, cuando a la ley de endeudamiento de ese año se le agregaron Bs. 20.000 millones de “Gestión Fiscal”. Con esto el gobierno prefería el endeudamiento interno que el externo, puesto que entre los años 1999 y 2002 la deuda externa se mantuvo en un promedio de US$ 21.400 millones anuales, esta hoy en día cierra sobre los US$ 37.871 millones cuando se le agregan los últimos compromisos adquiridos por la reciente emisión de los US$ 3.000 millones de bonos soberanos 22, todo lo cual ha hecho que esta deuda aumente de unos manejables US$ 23.317 millones de 1998 a casi unos incontrolables US$ 40.000 millones para junio 2010!, lo que ha producido un aumento del 62%, pero la interna ha pasado de Bs. 2.534 millones en 1998 a Bs. 76.034 millones para la misma fecha, lo que ha producido un aumento del 3.000%!
La explicación de este indetenible endeudamiento sobre todo el interno de estos años de Revolución, más que subsanar déficit fiscales o expandir el gasto publico, obedece a que los jerarcas del régimen aprendieron -como así lo hicieron también en la era cuartorepublicana- que la “política de endeudamiento”, les resulta ser un negocio “cíclico y oneroso”, en donde se pueden obtener jugosas comisiones, canceladas por los nuevos acreedores de la Republica, mayormente banqueros, y casas de bolsas y sociedades de corretaje en el pasado reciente, quienes como ya sabemos otorgan dadivas a los funcionarios públicos gubernamentales involucrados hasta y por encima del 0,5% del monto total emitido, bien sea en una supuesta subasta o por adjudicación directa del dedo milagroso de alguien. En ese sentido, por cada Bs. 1.000 millones de deuda emitida en Bonos DPN, podría otorgarle a estos funcionarios públicos que tiene que ver con la emisión, una “repartición de cochina” de unos 5 palos libres de impuestos sobre la renta!.
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