El 25 de agosto de los corrientes el Directorio en pleno del Banco Central a través del oficio N° VON-GOM-233, dio su opinión favorable sobre la emisión de los Bonos Soberanos 2019 y 2024, seguido a ello, el 1 de septiembre de 2009, la Comisión Permanente de Finanzas de la Asamblea Nacional, otorgó la Autorización de estos con el Memo N° CPF-EXT N°893 y CPF-EXT N°894, luego de eso el propio presidente Chávez el día 16 de septiembre anunciaba la colocación en el mercado interno de US$ 5.000 millones. En concordancia con la orden presidencial, el 23 de septiembre se dio la autorización de tales, en la reunión del Consejo de Ministros N° 646, Certificación 5.998 y 5999, que fue por cierto la misma fecha en que salió el Decreto Presidencial Nº 6.939 en Gaceta Oficial, donde se autorizaba la Septingentésima Octava Emisión de Bonos de la Deuda Pública Nacional, a todas estas, para el día viernes 24 de septiembre los técnicos del Ministerio de Economía y Finanzas ya tenían listo como en una carrera de caballos en el formato pdf el prospecto de la emisión, es decir: ¡Atención!, ¿Listos?, el juez Alí espera el momento oportuno par dar la partida, y fue cuando Ron Damón se presentó ¡un momentito, dijo mochito!. Entonces fue cuando el propio ministro de Economía y Finanzas, Alí Rodríguez Araque, anunció el día sábado 26 que lo bonos ya no iban!: “Venezuela no tiene previsto realizar nuevas emisiones de deuda pública soberana durante este año, y que sólo podrían efectuarse operaciones de recompra de deuda y refinanciamientos”, afirmó con absoluta tozudez Rodríguez en rueda de prensa. Pero, ¿que fue lo que le pasó a monchito?.
Como lo hemos denunciado, la escandalosa emisión de los Soberanos 2019 y 2024 estaba fríamente calculada en un negocio redondo que incluyó a altos funcionarios del gobierno, casas de bolsas e intermediarios financieros. En el “business” como una de las caras del trompito aquel “todos ganan”, y como ya sabemos es común que se repartan grandes comisiones a los funcionarios gubernamentales por los favores recibidos de otorgar bonos, dádiva esta que se instauró aquí desde el siglo XIX, siendo un ejemplo muy ilustrativo aquel empréstito de 1862 que contrató el Secretario de Hacienda de la República, Hilarión Nadal de un millón de libras esterlinas con los agentes Baring Brothers and Company, en esa oportunidad el funcionario al entregar sus cuentas, “honestamente” se anotó que por el servicio a la patria se había quedado con el 2,53% de lo negociado por Venezuela, pero lo histórico del caso, es que Nadal fue el único que lo hizo, gracias Nadal.
Ahora, según nuestra fuente del Ministerio de Economía y Finanzas, al parecer no estaba lista la comisión de los altos funcionarios del gobierno, la misma como que era muy chucuta, y pidieron mas “macarrón con pollo”, pero no les pararon, ya que se creía que tenían que aceptar lo pactado, y ahí fue donde se suspendió la emisión, pero como todos sabemos la misma salió a la primera hora de la mañana del lunes 28 de septiembre por el Banco Central de Venezuela, no por el Misterio de Economía y Finanzas, los comensales fueron complacidos, y quedaron hartos con su macarrón con mucho, mucho mas pollo!, se rumorea que la comisión a repartir fue de 0,5% de la emisión, es decir, 25 palos de los verdes verdecitos, para raymundo y todo el mundo!.
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