Según el último informe financiero del tercer trimestre 2010 publicado en inglés por PDVSA, se desprende que el 5 de agosto del pasado año la estatal petrolera reabrió el Pudrebono 2014 que había sido emitido en octubre de 2009 con una tasa de rendimiento anual de 4,90% con única amortización a la fecha de su vencimiento, para completar un proceso de colocación privada de bonos por US$ 1.587 millones (Bs.6.824 millones), pagaderos en dólares a su vencimiento, emisión que fue realizada en coordinación con la Bodega Central de Venezuela y el Ministerio del Poder Popular de Planificación, Finanzas y Endeudamiento, siendo adjudicada tal emisión en su totalidad a la BCV. Con tales recursos Pudrevsa utilizó US$ 756 millones para cumplir con el pago de la obligación que mantenía con la Oficina Nacional del Tesoro (ONT) desde diciembre de 2009, recibiendo solo entonces de la Bodega Central un efectivo de US$ 345 millones para otros gastos, como se ve la emisión la había hecho PDVSA al 69% de su valor (US$ 1.101 millones) por su difícil situación que fue lo que aceptó la BCV. Al 30 de septiembre de 2010, el saldo vivo de los pagarés de la estatal petrolera con la Bodega Central era de US$ 3.722 millones.
Para enero de este año como sabemos, la estatal petrolera realizó en los mismos términos y condiciones la reapertura del Petrobono 2017 emitido en octubre de 2010, con vencimiento en noviembre de ese año y con cupón de 8,5% por US$ 3.150 millones!, mediante también otra colocación privada y directa dirigida a la Bodega Central de Venezuela, y a otros fondos, de los cuales US$ 2.000 millones de lo recolectado, sería para cancelar una deuda con el propio Banco Central!. En pocas palabras Ramírez emite deuda, que le compra Merentes, para que éste al mismo tiempo se pague una deuda que le debe Ramírez, quedando nuevamente Ramírez “enquesado” con Merentes!, como el binomio de oro, pues. Parte de esta deuda cancelada es la que se dice que adquirió PDVSA con la BCV el primer semestre del pasado año, a través de un préstamo, pagaré o adjudicación directa de otros bonos, cuyo monto total se desconoce con precisión en vista de que la transacción no esta en el último informe financiero presentado por la estatal, situación esta como siempre avalada por los alcahuetes de KPMG, informe que de hecho fue el que sirvió de soporte para la emisión de los Petrobonos 2017, se presume que esa ocultada deuda rodea los US$ 4.200 millones.
La pasada semana una vez más se reabrió otro bono, se trata del PDV 2013 que fue aquel que se ofreció por US$ 3.000 millones a tres años con cupón al 8% para canjearlo por los US$ 3.000 millones de los Petrobonos 2011 a razón de US$ 1.000 por US$ 1.125, y de donde como recordaremos solo fueron canjeados US$ 550 millones, quedando un remanente de US$ 2.450 millones del Petrobono 2011. Por lo tanto, si se hizo una reapertura por US$ 1.783 millones a través nuevamente de una colocación privada y directa con la Bodega Central de Venezuela la nueva deuda de PDVSA a vencerse en noviembre de 2013 es de US$ 2.333 millones (550 + 1.783). Aquí lo más seguro es que Merentes con sus propios reales se cancele otra deuda misteriosa que tiene con Ramírez, para que nuevamente Pudrevsa quede endeudada con la Bodega , por lo que el negocio redondo que esta de moda entre Merentes y Ramírez es la “reapertura de bonos ya emitidos”, que las compra todas el BCV y que ya totalizan US$ 6.520 millones en menos de un año!, negocio que como sabemos nunca escasean las comisiones, los pagares pagados dos veces, y las recompras y pagos de deuda que no descuentan etc. etc. etc.
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