No se trata de que Pedro Navaja con su sombrero de ala ancha de medio lado, esta en la esquina del viejo barrio donde lo ven siempre pasar, esperando a alguien para venderle dólares que lleva siempre en los bolsillos de su gabán. No es que mira pa un lado, mira pa lo otro, y cuando no ve a nadie cruza la calle a la carrera sin ruido, cuando de pronto sale el comprador de dólares, y en una de misión imposible, cambian bolívares por los ansiados verdes, no!, no es así la cosa!, el permuta que se da en Venezuela no es cosa de malandros que se transa en la calles, es algo mucho mas sofisticado que engloba como siempre a los Bancos y Casas de Bolsas, quienes son, a la larga quienes manejan estas operaciones de mas de US$ 50 millones diarios.
El mecanismo es el siguiente, llega el desesperado de dólares, a un banco o casa de bolsa, y pregunta la cotización del permuta… ¡tanto!, le dicen, así de manera pública y notoria, sin pararle bola ni a Tarzán ni a Chita que están en la cola, al interesado le dan el número de una cuenta, que puede ser fantasma, o de algún alimaña que se preste para el botín, y le dicen: “deposite la pega ahí en bolívares al permuta acordado, cuando verifiquemos, le transferimos sus verdes a su cuenta en el exterior”. Y efectivamente, una vez depositada la pega en la susodicha cuenta, los dólares le llegan sin son ni ton a su cuenta extranjera. En este contexto entonces, a medida que en los bancos y casas de bolsas reciben el aumento de la demanda de dólares porque no fueron bendecidos por Cadivi o por los escuálidos bonos cambiarios que despacha como cuan bodega el Banco Central, se ponen de acuerdo y suben el Permuta, es decir son los propios bancos y casas de bolsas las que colocan el precio de ese mercado según la demanda del mismo, antes los ciegos, sordos y mudos funcionarios del gobierno.
Aquí estamos hablando que se trata de la misma banca que el pasado año ofrecía a sus clientes un precio distinto para la compra de los US$ 11.000 millones en bonos emitidos en completo desacato a lo que indicaba el precio del gobierno nacional, son los mismos mafiosos que le hacían firmar al cliente el compromiso de venta e dichos bonos al 65% de su valor cuando este no se cotizaba en ningún mercado internacional, fueron los mismos que inventaron lo del cambio implícito, y son los mismos tracaleros que vendieron los bonos en el mercado de Wall Street el pasado año, y es por eso que hoy en día en sus cuentas en el extranjero disponen de mucho, mucho “cash verde” para satisfacer al insaciable Permuta en Venezuela. Lo peor del caso, es que todo ocurre con la anuencia del Banco Central de Venezuela, el Ministerio de Planificación de Finanzas, la Superintendencia de Bancos, y la Comisión de Finanzas de la Nacional de la Asamblea Nacional, donde fuimos interpelado el pasado 26 de enero por este mismo caso, no se hace nada al respeto con este indolente mercado que provoca el alza de la inflación, el plan es tan macabro que es la propia banca y casas de bolsas los que inciden en la Bodega Central de Venezuela para que reduzca o no haga la ofertas de emisión de los escuálidos bonos cambiarios, para que así aumente la demanda en el permuta, por cosas menores a este es que se ha nacionalizado la banca en otra latitudes, pero cuidado, mucho cuidado, que le vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ay Dios!.
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