A parte de las reservas internacionales, la República posee en el extranjero para el primer semestre 2011 otros activos importantes de la nación, diversificadas en inversiones directas de capital (acciones, participaciones y utilidades reinvertidas) que cerraron para la fecha en casi US$ 19.000 millones; inversiones de cartera (títulos de deuda, bonos, pagarés instrumentos de mercado monetarios), las cuales terminaron cerca de los US$ 8.000 millones; y “otras inversiones en el extranjero”, que contienen otorgamientos de créditos comerciales y préstamos que llegan casi a los US$ 24.000 millones, así como las “monedas y depósitos” que tiene la República en bancos internacionales, es decir, dinero “cash” cuya total asciende para el primer semestre del año en más de ¡US$ 35.000 millones!, donde están contentivos allí activos de Pudrevsa, de la BCV, recursos del Fonden, y más reciente data el dinero de los prestamos chinos y cualquier otro fondo en dólares que haya inventando el gobierno, el Miranda, el súbito, el comando borracho, entre otros, esta es la cuenta a la cual le dedicaremos nuestro crack de hoy.
Desde hace algún tiempo, por lo menos más específicamente desde el cuarto trimestre de 2008, esta cuenta ha servido al gobierno como suerte de “caja grande”, toda vez que los US$ 28.905 millones depositados hasta el tercer trimestre de ese año, producto de la subida de los precios del petróleo que hizo aumentar los activos de Pudrevsa en el exterior y lo que se había recibido de los dos primeros préstamos chinos, más los recursos de que disponía el Fonden hasta ese entonces, se redujeron a US$ 19.144 millones al trimestre siguiente, lo que indica que el gobierno se bajó de la mula casi US$ 10.000 millones al final de ese año. Para inicios del año 2009 esa misma cuenta se volvió a recuperar cerrando el primer trimestre de ese año en más de US$ 28.000 millones, pero cayó a US$ 23.406 millones al trimestre siguiente, para seguir descendiendo a US$ 21.073 millones para el tercer trimestre y cerrar el 2009 en US$ 16.689 millones, todo lo cual significa que por las crisis de ese año, el gobierno y la estatal petrolera tuvieron la imperiosa necesidad de meterle mano a sus activos extranjeros por US$ 11.378 millones.
Esta cuenta siguió cayendo toda vez que la misma alcanzó los US$ 14.640 millones para el segundo trimestre de 2010, para recuperase al trimestre siguiente a US$ 21.135 millones, aunque la misma terminó el pasado año en US$ 19.912 millones, lo cual indica que a última hora el gobierno y Pudrevsa de nuevo echaron guante a un repele de US$ 1.223 millones, todo lo cual significa que en los últimos 3 años el gobierno nacional y la empresa que era de todos los venezolanos han gastado casi ¡US$ 23.000 millones de sus depósitos y monedas en el exterior!, haciendo la salvedad que en el caso del gobierno estos recursos han estado fuera del presupuesto de la nación aprobado por la Asamblea Nacional, que son los recurso del Fonden y lo de los fondos chinos. Ahora bien, esta misma cuenta es la que dijimos al principio cerró en más de US$ 35.000 millones para el primer semestre 2011, principalmente estimulada de nuevo por los altos precios del petróleo que hicieron subir los activos externos de la industria petrolera y por los tramos entregados del gigantesco préstamo chino de los US$ 20.000 millones, más otros activos en divisas de la BCV, y son precisamente gran parte de estos 35.000 melones verdes depositados en Norteamérica y Europa los que el gobierno está considerando trasladarlos a bancos chinos rusos y brasileros -si es que no lo han hecho ya- como está sucediendo con las reservas internacionales, temiendo el gobierno un embargo de estos activos por los casos de Exxon Mobil, Conoco Phillips, Cemex, Holcim (donde no se terminan de pagar los US$ 650 millones acordados) a los cuales recientemente se le suma Crystallex, una minera de oro canadiense, casos de los cuales no nos salvaremos ni que nos retiremos del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), lugar de las controversias como lo tiene pensado hacer la revolución.
Ahora aquí el gobierno esta pelaó, si cree que tales activos estarían a salvo en los bancos chinos, rusos o brasileros, toda vez que la relación de éstos con el imperio yanqui es puro business. Así las cosas, del total de los casi US$ 2 billones que importó los Estados Unidos en el 2010, los chinos surtieron US$ 364.943 millones, es decir el 19% de ese total, que ha mostrado a su vez un incremento de las exportaciones chinas a la casa del Tío Sam de más del 200% desde el año 2002. Rusia y Brasil por su parte exportaron para los Estados Unidos durante el pasado año US$ 25.685 millones y 23.918 millones respectivamente, tales exportaciones han significado en el primer caso un aumento del 270% desde el 2002, mientras que para Brasil las mismas los han hecho en un 52% para igual periodo, como se ve con amigos así para que tener enemigos.
Simepre habia escuchado sobre estos famosos activos de la nación, tremenda caja chica.
ResponderEliminarGracias por la información