Hace casi un año que comentamos que durante la emisión de los Petrobonos 14,15 y 16, era la propia PDVSA la que alertaba a sus futuros compradores que podía declararse en “quiebra”, reseñado esto en un aparte del prospecto de emisión llamado: “Factores de Riesgo”, sostenía para ese entonces la estatal petrolera: “Si PDVSA se encontrara en estado de atraso o quiebra, o fuere liquidada o sometida a un procedimiento de quiebra”, simplemente no garantizaba el pago total de sus deudas, sobre todo aquellas obligaciones no privilegiadas de la empresa como los bonos. Este “detallito” para su momento llamó profundamente la atención, ya que el hecho de que aparezca la palabra “quiebra” en dicho prospecto, es como si alguien dijera que va una “bomba” en un avión a punto de despejar, y los cuentos soplan que la palabrita en cuestión se les “chispoteó” a los técnicos de PDVSA que redactaron tal prospecto, que Ramírez de paso no leyó, por lo que una de las razones del atraso de esta nueva emisión que se prometió para el antepasado lunes -aparte del despecho político por no haber alcanzado las 2/3 partes de la Asamblea-, es precisamente si colocar o no, en el prospecto de este año la palabra “quiebra”, algo que hasta la semana pasada aún se estaba pensando.
Debemos recordar que en ese último prospecto PDVSA también les decía a sus compradores que no suficiente con que un descenso de precios del barril de petróleo en el mercado internacional incidiría por consiguiente en su situación financiera, se agregaba el hecho de que por estar pendiente de algunas empresas como EDC, ELEVAL, SENECA y la Luz Eléctrica de Pto. Cabello, así como por haberse posesionado de todas las actividades conexas primarias de la empresa como inyección de agua, vapor, gas; compresión de gas, manejo de lanchas, buzos y mantenimiento de barcazas y remolcadores, podría verse afectada su flujo de caja, y por si fuera poco del mismo modo alertaba a sus compradores que tampoco garantizaba la ejecución de su Plan Estrella de “Siembra Petrolera”, sin meter el desastre que tuvo con la pérdida de miles de toneladas de alimentos de Pudreval!, todo lo cual indica con justa razón que esos bonos en las manos de los compradores venezolanos duraran lo que dura un “pdv-gas” en un chichorro!.
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