Cuando leemos la Gaceta Oficial Nº 39.523 del 4 de octubre que expropia a Agroisleña, se expone que entre sus causales se encuentra, que la misma especulaba con practica capitalista en la venta de fertilizantes que terminaban en un precio de hasta el 250% por encima del valor sugerido, causando con estos costos de producción que se trasladan al consumidor final encareciendo con esto el valor de los alimentos, muy a pesar de que el benévolo Gobierno invertía ingentes sumas de dinero a través de subsidios para las empresa. Del mismo modo, Agroisleña, es acusada de que se había constituido en todo un oligopolio en el mercado de insumos agrícolas, ejerciendo posición de dominio y competencia desleal en la producción, recepción, almacenaje, distribución y comercialización de sus productos, desplazando con esto a las pequeñas y medianas empresas de todos estos escenarios, proceso especulativo que comenzaba en la preparación de mezclas a partir de las materias primas suministradas por Pequiven. Sobre el particular debemos decir que la “práctica capitalista” que según el gobierno utilizaba Agroisleña en la venta de sus productos, es la misma que en los actuales momentos esta aplicando el Banco de Venezuela con la Cédula del Buen Vivir, cuando anuncia una tasa de interés para el crédito del 15% cuando esta en realidad es del 16,40%, todo lo cual encarece los precios del “consumo final” de los alimentos. Y si bien es cierto, la empresa representaba todo un oligopolio en la industria de los agroproductos, se les tenía que aplicar entonces lo contemplado en la “Ley para Proteger y Promover el Ejercicio de la Libre Competencia” de 1992, que es la ley que esta vigente hoy en día, la cual castiga los oligopolios con una multa de más del 40% del total de la ventas del respectivo ejercicio económico!. En conclusión, por especular con los precios y por representar un oligopolio en el país… ¡exprópiese!, pero eso no fueron lo delitos que cometió Venoco y sin embargo también le dieron coleto, porque el plan es otro.
Se desprende de la Gaceta del 11 de octubre de los corrientes que la principal causa de expropiación de Venoco, era que producía lubricantes, aceite y liga de frenos para vehículos, y como todo esto son utilizados para el transporte de alimentos, tal acción representaba todo un peligro para la soberanía alimentaria del país!, lo cual significa que todo aquello que tenga que ver con los vehículos que transportan soberanía alimentaria podrán al iguar que Venoco ser expropiados, algo que va desde las empresas que le suministran los cauchos, como las gasolineras que le echan combustibles, hasta los talleres mecánicos que reparan a tales, porque dichas actividades “impactan directamente sobre actividades de distribución de insumos básicos, para la población”. De todo esto lo que se desprende es el hecho de que, así las cosas, no quedará empresa privada en la Venezuela Socialista que se avecina. El otro delito por la cual fue expropiada la empresa Venoco fue que por que transcendentales procesos industriales se encontraban bajo su control operacional como muchas empresas privadas y transnacionales en el país, cuyo insumo principal es suministrado por PDVSA, es decir por el hecho de que Venoco recibía insumos de la estatal petrolera como era su razón de ser, entonces ¡exprópiese!. Pero todo esto son excusas, siempre habrá alguna que otra por muy pendeja que sea, porque el verdadero plan es acabar con la empresa privada al mas puro socialismo del siglo XXI, así pues que el resto de las empresas privadas del país ¡colocad sus barbas en remojo!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario