lunes, 3 de noviembre de 2014

El decreto de Maduro establece que las únicas verduras que no se pueden vender más de manera informal son las papas y los tomates, mientras que la cebolla que es la más cara de todas sí, al igual que pimentón, zanahoria, remolacha, el calabacín y otras verduras



La Gaceta Oficial Nº 39.454 del 28 de junio de 2010 había publicado la Resolución Conjunta de los Ministerios para el Poder Popular del Comercio (el niñero Jaua); Agricultura y Tierras (el pistolero Loyo), Alimentación (el Osorio) y Salud (la cuestionada Sader), por la cual se prohibía la venta o cualquier otro medio de intercambio, a través del comercio informal, ambulante y eventual, de los productos para el consumo humano declarados de primera necesidad donde no se garantizará el cumplimiento de los precios establecidos por el Ejecutivo Nacional. Mucha gente en su debido momento aplaudió la medida, porque realmente era una estafa como lo es ahora, lo que están haciendo los buhoneros con tales productos, pero vino una gran mano peluda y echó la medida para atrás en menos de una semana después de haber entrado en vigencia por los  mismos que la habían hecho efectiva a través de la  Gaceta Oficial Nº 39.459 del 6 de julio de 2010.

            Dos hipótesis salieron a relucir en su momento buscando las razones por las cuales el gobierno echó para atrás como el cangrejo la medida, la primera de ellas es que mucha gente vive del comercio informal de esos productos y se acabarían los llamados “mercados populares”, eso en el ámbito social,  en otra dimensión la segunda razón provendría de una casta militar que tenía sus negocios bien onerosos con los buhoneros quienes eran los que le conseguían la mercancía, pero como la cosa hoy en día a llegado a niveles descarados e intolerables hasta para el mismo gobierno, una vez se saca un decreto presidencial para combatir este flagelo, publicado en la Gaceta Oficial del pasado 24 de octubre. 

            Allí se establece que entre los productos alimenticos que no se pueden vender más de manera informal son las papas y los tomates, mientras que la cebolla que es la más cara de todas sí, al igual que el pimentón, la zanahoria, remolacha, el calabacín y otras verduras. Del mismo modo, el decreto dejó por fuera los quesos y la leguminosas como las caraotas y los plátanos.  Es decir, los llamados mercaditos vierneros, sabatinos y domingueros pueden vender estos últimos productos sin problema a excepción de las papas y los tomates, y quien controla lo que es incontrolable, ni el Chapulín Colorado. En esta oportunidad  el decreto de Oscuro que cree que con eso combatirá la especulación, se extiende y ahora incluye también los productos para la higiene personal y los productos para la salud, es decir, todo aquello que no se consigue en los anaqueles formales de comercio, cosa que con el decreto el gobierno está admitiendo echándole la culpa a los buhoneros por su negligencia en la conducción del acontecer económico, algo que advirtió el monje Giordani en su famosa carta. Veamos cuánto dura la medida como la otra, y si es capaz Oscuro de mantenerla a pesar de la presión del ramo buhoneril  y militar, aquí como ya nos tiene acostumbrado el gobierno la medicina puede ser peor que la enfermedad incrementándose con esto en el mercado negro de los productos que ahora ni siquiera se verán.    

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