De manera
oficial, el primer préstamo chino que involucró lo del petróleo, fue el que
llamaron “Gran Volumen y de Largo Plazo” publicado en la gaceta del 16 de
septiembre de 2010, esa grosería de US$ 20.000 millones, el cual estipula que
hay que venderle a China según el artículo IV no menos de 300.000 barriles
diarios (b/d) a partir del año 2012,
hasta la fecha en la que “las obligaciones bajo el Acuerdo de Financiamiento -que
no conoce nadie- hayan sido total e incondicionalmente cumplidas”. Luego en
abril 2011, a través del famoso punto de cuenta que envió el superpoderoso de
Rafael Ramírez al presidente Chávez, fue
que nos enteramos que el primer préstamo chino de US$ 4.000 millones de septiembre
2008 llamado Fondo Pesado I, con la primera enmienda que se le hizo en mayo de
2009 por US$ 4.000 millones adicionales que denominaron Fondo Pesado II,
estipulada lo del petróleo, pero que ¡conste! como dice el Chavo del 8, que en
la gacetas respectivas del 18 de septiembre de 2008 y del 21 de mayo de 2009,
no se menciona por ningún lado lo de venderle hidrocarburos a los amarillos, lo
que le dio carácter “ilegal” a tales acuerdos.
Ahora, en la
gaceta del 22 de mayo del pasado año, con la segunda enmienda del Fondo Pesado,
si se sostiene a través del artículo 5, que nuestro país se compromete a vender
combustible y/o petróleo crudo de conformidad en cantidades no menores a
230.000 b/d, estableciéndose en dicha enmienda como una forma de darle
continuidad al mismo, la creación de lo que denominaron Tramo A, de US$ 6.000
millones, de los cuales US$ 4.000 millones volvía a ser de un préstamo chino
suministrado al BANDES y US$ 2.000 millones como aporte del FONDEN; y un Tramo
B por la mismas cantidades e instituciones, señalando la parte III del Artículo 3 de dicho acuerdo, “que
tras la exitosa culminación tanto del Tramo A y del Tramo B, así como el pago
del préstamo inicial del Tramo A y del préstamo inicial del Tramo B” por parte
de Venezuela a los asiáticos, las Partes podrán acordar “fases adicionales” de
cooperación con respecto al Tramo A y al Tramo B en el marco del Fondo Conjunto
Chino Venezolano. Y para que tal cosa sucediera, solo hay que estar
solvente en su totalidad tanto del Tramo
A como del B, todo lo cual indica que
mientras se esté pagando los US$ 8.000 millones prestados, se puede renovar una
y otra vez este acuerdo, teniendo el mismo una especie de “renovación
automática”, hasta el infinito y más allá, algo que era totalmente distinto al
préstamo original que vencía cada tres
años. Esta característica imperecedera del acuerdo es algo que se reafirma en
el artículo 15 de esta segunda enmienda, cuando se sostiene que el mismo
expirará 3 meses después de la última fecha en que todo el monto de los Tramos
A y B adeudados por Venezuela sean reembolsados en su totalidad, lo que
significa que si eso ocurrió en diciembre de 2012, para abril de 2013 nos
podemos de nuevo endeudar con los chinos con otros US$ 8.000 millones que no pasaran por gaceta oficial porque la
renovación del acuerdo es automático como lo acabamos de explicar.
Algo de esto
ya lo asomaron las autoridades, cuando en la presentación del presupuesto 2013
ante la Asamblea Nacional, el esperpento llorón de Giordani sostuvo que hasta el
14 de septiembre del año 2012 del Fondo Conjunto Enmendado dos veces se
recibieron US$ 23.997 millones, lo que indica que el primero con su enmienda de
US$ 12.000 millones hizo entrar al país, 8.000 millones de dólares chinos (recuerdan
que los otros US$ 4.000 millones correspondían al aporte del Fonden), así como
los US$ 6.000 millones del Tramo A de la segunda enmienda (US$ 4.000 millones
chinos) y los casi US$ 6.000 millones del Tramo B (ídem con el asunto chino),
es decir, que por ese lado ya hemos recibido de los amarillos ¡US$ 16.000
millones!, así que si por ahí viene la renovación automática del acuerdo que
podría ser en marzo de este año, se
estaría recibiendo de los chinos US$ 8.000 millones más, que al mismo tiempo
involucraría lo de los 230.000 b/d de crudo hacia el gigante asiático. Prácticamente
esto es algo que se ratificó el pasado 30 de noviembre, cuando los gobiernos de
ambas naciones acordaron 8 nuevos convenios bilaterales durante la XI Comisión
Mixta de Alto Nivel realizada en Beijing, en donde en la bla bla bla de siempre
se mantuvo la estrategia de enviar energía
hacia China. Con estos nuevos 8.000 millones de palos el Fondo Pesado con sus
enmiendas llega a US$ 24.000 millones, y si a esto le agregamos los US$ 20.000
millones del Gran Volumen y de Largo Plazo nos da que el “enquesamiento” con
los chinos llegará a ¡US$ 44.000 millones!, agarren ese trompo en la uña…
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