La ley de
endeudamiento para el 2013 contempla contratación de deuda pública por un monto
total de Bs. 94.733 millones, conformados por Bs. 41.692 millones para
proyectos, Bs. 20.000 millones para gestión fiscal y Bs. 33.041 millones para
servicio de deuda, por su parte del lado de los desembolsos, estamos esperando
recibir recursos por Bs. 95.356 millones, que son el finiquito del año pasado y lo que entrará en este, esa es la razón por
la cual los desembolsos son siempre mayores a lo contratado. En concordancia
con esto, la gaceta oficial Nº 40.087 del 10 de enero de este año, dio la
autorización para que el Ministerio del Poder Popular de Planificación y
Finanzas para el Endeudamiento (MPPPFE) se “enquesara” en Bs. 76.000 millones,
especificados de la siguiente manera: Bs. 33.041 millones para el
financiamiento del pago e intereses de la deuda, algo que ha sido todo un
descontrol dantesco de la revolución, tan así es que hasta septiembre del
pasado año dicho servicio había sido de ¡Bs. 62.245 millones! (Bs. 47.449
millones de interna y Bs. 14.796 millones de externa), cuando en la ley de
endeudamiento 2012 estaban aprobados Bs. 26.000 millones; la gaceta de enero
también autorizó Bs. 21.328 millones para otra cosa que nunca se ha cumplido
como es el caso de refinanciamiento o reestructuración de deuda, algo que ha
representado toda una corrupción en los últimos años ya que nunca deja de bajar
los niveles de deuda; Bs. 20.000 millones para gestión fiscal, que como estamos
cansado de decir, son recursos para
gastos ordinarios del gobierno que no tienen tasa interna de retorno de
inversión para pagar ese pasivo; y finalmente Bs. 1.560 millones destinados a
cubrir el aporte local de proyectos, con el objeto de dar cumplimiento a la
contribución exigida a la Republica en los contratos de préstamos suscritos con
los organismos multilaterales, algo que representa toda una novedad.
Como se
observa en ninguna de las cuatro especificaciones anteriores, está destinado algo
para “proyectos de inversión”, que algún día recuperaría la plata invertida para pagar esa deuda, en
este sentido la ley de endeudamiento para este año habla de casi los Bs. 42.000
millones antes comentados, pero el gobierno encargado decidió más bien cumplir
con el pago de capital, intereses, refinanciar y derrochar el dinero en gastos ordinarios. Esta maldición de Sísifo ya comenzó el pasado
16 de enero, cuando el esperpento llorón de Giordani comenzó las subastas de
bonos de Deuda Publica Nacional (DPN), un total de Bs. 15.400 millones para
este trimestre que comienza, algo que supera en Bs. 2.200 millones la subasta
del primer trimestre 2012 cuando esta se ubicó en Bs. 13.200 millones, como
siempre, son bonos con Títulos de Interés Fijo (TIF) y Vebonos con vencimiento
entre el 2021 y 2023. En cuanto a las letras del Tesoro, al Giordani sí le
dieron cancha completamente libre, toda vez que la gaceta de enero de una vez
le da la autorización de endeudar el país con estos papeles de corto plazo en
Bs. 9.280 millones, que es el mismo monto que aparece en la ley de
“enquesamiento” 2013, sobre este punto volveremos la semana que viene puestos
que tales papeles se han convertido en los últimos años en una nueva maldición
del gobierno como financiador del dantesco déficit fiscal.
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