viernes, 18 de enero de 2013

El gobierno no devaluará, sabe que es contraproducente ante un posible escenario de elecciones presidenciales, por tanto no le queda otra que emitir deuda en dólares para oxigenar al “ahogado” SITME, y mientras más se tarden en hacerlo más se elevará el mercado negro

           El líder había  hablado: “si me pasa algo, voten por Nicolás”, antes del 10 de enero una renuncia de Chávez, lo cual hubiese significado una falta absoluta llamaba a elecciones a 30 días, un tiro al piso para la Revolución, hubieran dejado con la carabina al hombro a la oposición, imposible que estos ganaran en ese lapso de tiempo con 20 gobernaciones en contra, la devaluación entonces solo se pospondría 30 días y el Sitme hubiese aguantado ese mismo lapso de tiempo  mientras el oficialismo ganaba  las elecciones, una vez en el poder, Maduro impondría sus medidas y comenzaría el “chavismo sin Chávez”, algo que se hubiera repetido en la historia del país cuando el gobierno del general Eleazar López Contreras se catalogó como el “gomecismo sin Gómez”, manteniendo las mismas estructuras que sostenían a esa ideología. Tal vez, ese fue el mensaje directo que hizo dar el Comandante, y no lo acataron, puesto que después del 10 de enero la cosa  cambia por completo.

Si no hay paz política, no habrá paz económica y por tanto no habrá progreso económico muy a pesar de lo que diga como lo diga el fraudulento de Merentes con sus cifras ficticias de la Bodega Central de Venezuela. Luego del 10 de enero el contexto en cuanto a medidas económicas que hay que tomar es incierto, lleno de incertidumbre, tenso. El gobierno no devaluará hasta que se aclare el panorama; ahorita Nicolás no lo va a hacer, sabe que es contraproducente ante una escenario posible de aspirar a la presidencia, es inflacionario y nada conveniente, por tanto, optará por auxiliar al Sitme,  inyectándole títulos valores en dólares que están a punto de anunciar, esto lo tiene que hacer rápido, mientras más se tarden, más se elevará el mercado negro, sobre este último solo diremos que el tipo de cambio de reservas internacionales con respecto al dinero circulante de la economía para el pasado 4 de enero fue de 23,84 y en ascenso.  

De no hacer nada esperando que se aclare el panorama político y posponiendo las medidas a tomar, entraremos en una etapa de inestabilidad económica, escasez de divisas y productos, inflación, desempleo, hiper mercado negro, dantesco déficit fiscal  que hará imposible el pago de sueldos y salarios de la administración pública, en donde incluso no se descarta un “default de deuda” por los gigantescos compromisos que tiene el país, más de US$ 3.000 millones de amortización de capital entre externa e interna sin meter los intereses para  los primeros 6 meses del año, así que dios no agarre confesados.

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