Para el primer
trimestre del año el esperpento llorón
amo y señor de las finanzas públicas del país, ofreció una emisión de
Letras del Tesoro (LT) por Bs. 6.010 millones, especificado en 11 subastas cada
una de Bs. 300 millones y Bs. 200 millones a 91 días y 105 días
respectivamente; y tres subastas de Bs. 100 millones a 182 días y de Bs. 70
millones a 364 días. Al trimestre siguiente, el ofrecimiento fue de 13
emisiones de Bs. 300 millones y Bs. 200 millones a 91 días y 105 días; y también
las tres emisiones de Bs. 100 millones y Bs. 70 millones a 182 y 364 días respectivamente,
lo que generó una emisión de Bs. 7.010 millones para el segundo lapso del año,
algo que se copió al carbón para el trimestre posterior, dando todo esto como
resultado una oferta de emisión de LT en
estos tres trimestre de 2012 por Bs. 20.030 millones, donde hasta el 11 de
septiembre iban por Bs. 18.144 millones, faltando aún un trimestre por ofrecer
y emitir.
Aquí hay que
recordar que la ley de endeudamiento establece en su artículo 14 que cuando
termine el presenta año, las LT que deben quedar en circulación no deben sobrepasar
los Bs. 6.890 millones, en este sentido, al sacar del actual total emitido las
que ya se han vencido, la circulación ronda por los Bs. 8.900 millones, lo que indica que Giordani
ya ha cancelado contante y sonante un
total de Bs. 11.030 millones de estos papeles que se han convertido en los
últimos años en un mecanismo de
adquisición de recursos del gobierno nacional. A la par de esto, el gobierno ha
asumido del gran total emitido unos pagos de intereses entre lo que ha
cancelado y lo que le falta por erogar de otros Bs. 1.074 millones.
El otro dato
interesante aquí, es que la Sudeban indica que para julio de este año, de los Bs. 12.458 millones de Letras del Tesoro en posesión del sector
bancario del país, los apoderados de Bs.
11.417 millones, es decir el 92%, pertenecían a la ¡banca del estado! y los restante
Bs. 1.014 millones a la banca privada. De lo entes públicos sobresale el Banco
Industrial de Venezuela siendo acreedor de casi Bs. 10.000 millones en estos
papeles, lo que significó el 68% del total de letras en circulación ubicado en
Bs. 14.690 millones para la fecha, mientras
que las posesiones del Bicentenario, Venezuela
y Banco del Tesoro promediaron Bs. 550 millones cada uno, en tanto que el Banco
Agrícola tenía LT un poco más allá de los Bs. 100 millones, todo lo cual indica
que en el negocio de emisión de estos papeles es el gobierno quien se paga y se
da el vuelto.
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