Hasta agosto de 2011 el “hueco fiscal” del gobierno era superior a Bs. 32.141 millones cuando unos ingresos ordinarios de más de Bs. 148.128 millones fueron insuficientes para compensar unos egresos de Bs. 180.269 millones

Después del desastroso paro petrolero, el 2004 marcó lo que hasta ese momento sería el déficit fiscal más alto de la revolución, cerrando este con más de Bs. 6.000 millones en ese año, cuando  Bs. 45.352 millones de ingresos ordinarios fueron muy insuficientes para compensar  unos gastos de Bs. 51.392 millones, no obstante a ello,  las políticas implantadas en el 2005 lograron reducir ese histórico déficit  a solo ¡Bs. 400 millones!. Pero vendría las políticas económicas  de 2006 con Merentes a la cabeza del Ministerio de Finanzas  y nuevamente llevaron al gobierno a un preocupante déficit  de Bs. 5.000 millones, cuando los ingresos ordinarios de Bs. 110.063 millones fueron insuficientes para subsanar los gastos ordinarios que habían alcanzado ese año en Bs. 115.121 millones. Sin embargo, al año siguiente si hubo una política más acertada en el control de la relación de ingresos y egresos del gobierno y se terminó el 2007 con un superávit fiscal de más de Bs. 5.000 millones, lo que evidenciaba el orden en las cuentas fiscales de la nación, con lo que se demuestra que no todo siempre fue muy malo en la Revolución, orden que por cierto duro muy poco.

            Así las cosas para el año 2008 y muy a propósito de la subida de los  precios del petróleo, el gobierno aumentó sus ingresos ordinarios en  Bs. 152.141 millones de la misma manera que aumentó sus gastos en ¡Bs. 175.946 millones!, todo lo cual generó un hueco fiscal de casi Bs. ¡24.000 millones!, producto que mientras el gobierno aumentaba sus ingresos en 15%, los gastos aumentaron en 37%, desde allí, el desorden fue no menos que indetenible  para el dramático año 2009, una vez que se había acabado la fiesta petrolera. En ese año los ingresos ordinarios fueron de Bs. 137.091 millones, menores de hecho que el 2008, ante unos egresos ordinarios de Bs. ¡187.622 millones!, es decir, también  mayores que el 2008, todo lo cual hizo terminar al país en un descomunal “cráter lunar” de  más de  Bs. ¡50.500 millones!. El pasado año, el asunto se acentuó aún más, cuando unos ingresos ordinarios de  Bs. 165.183  millones, en contraposición con unos egresos de más de ¡Bs. 230.414 millones! provocaron otro cráter lunar de más de ¡Bs. 65.230 millones!, asombrosa cifra que marca el nuevo histórico déficit fiscal del gobierno, por ahora.

            Para este año de nuevo vamos derechito al camino de la perdición, toda vez que hasta agosto de 2011 los ingresos ordinarios han llegado a Bs. 148.128 millones, mientras que los egresos ordinarios lo han hecho en ¡Bs. 180.269 millones!, lo que provoca un hueco fiscal de ¡Bs. 32.141 millones! en estos 8 meses del año según el último boletín económico disponible de la Bodega Central de Venezuela. Pero el lector se preguntará, si esto es así, y así es, como ha sobrevivido entonces el gobierno?. La respuesta a esta interesante pregunta radica en el detalle  que el gobierno ha venido utilizando los ingresos “extraordinarios”, es decir, ha contado con ellos para subsanar el asunto. Así por ejemplo sabemos que desde el año 2008 el gobierno viene haciendo un presupuesto de US$ 40 en el barril de petróleo, y toda diferencia por encima de ese precio debe ser considerado como ingresos extraordinarios, pero aún así, utilizando tales recursos en los último 3 años el gobierno terminó con importantes en déficit fiscales  de Bs. 7.500 millones;  Bs. 4.500 millones y más de Bs. 2.300 millones,  respectivamente durante los años 2008, 2009 y 2010 , pero ojo la palabra lo dice muy claro “extraordinarios”, lo que significa que pueden llegar o no, con lo que el gobierno comete toda una arbitrariedad financiera para ordenar sus cuentas, para que nos entiendan mucho  mejor es,  como si alguien quiere ganar un juego de béisbol en “extraining”,  cuando apenas el juego va el cuarto ining.