viernes, 31 de mayo de 2013

El actual presidente y accionista principal de Globovisión fue uno de los banqueros prófugos de la justicia en 1994..Juan Domingo Cordero, se fue con la cabuya en la pata llevándose consigo todos los auxilios financieros otorgados por Fogade

          La debacle bancaria-financiera  del año 1994 comenzó a principios de enero de ese año cuando el Banco Latino, para eses entonces la segunda institución de captación de depósitos más grande del país,  imposibilitado de cumplir con sus compromisos previstos con el Banco Central, que habían sido utilizados para solventar problemas de liquidez, fue intervenido por la Superintendencia Nacional de Bancos (SUDEBAN). En efecto, la crisis tanto económica como política reinante en el país, había llevado desde finales de 1993  a un retiro masivo por parte de los depositantes del Latino, que aunado a la mala administración del Banco, contemplando inversiones con un alto nivel de riesgo con otorgamiento de créditos sin garantías, baja rentabilidad de sus activos, ofrecimiento de altas tasas pasivas de interés,  adquisición excesiva de deuda, y la ausencia de un sistema de supervisión bancaria por parte de la autoridades gubernamentales, llevaron finalmente a la quiebra de la institución. Esta acción,  significó que el pánico de clientes se extendiera a otras agencias bancarias que enfrentaban también serios problemas de liquidez, con lo que se produjo entonces una corrida negativa financiera en otros siete bancos del país entre los que se encontraban los Bancos: Construcción, Maracaibo, Metropolitano, La Guaira, Bancor, Amazonas y Barinas, así como la Sociedad Financiera (FIVECA), lo cual  obligó al gobierno a intervenirlos según la gaceta  oficial Nº 35.482 de fecha 14 de junio de 1994.

En el caso específico del Banco Barinas que es el que hoy nos interesa, por haber sido su dueño Juan Domingo Cordero, nuevo  presidente y accionista de Globovisión,  el asunto se trataba de que ya a principios de 1994 la Sudeban al menos había sometido a dicho banco a un conjunto de medidas administrativas, así como la recomendación de un ajuste prudencial que abarcara todas las áreas del banco, con la finalidad de que dicha institución saliera a flote. Sin embargo, sus graves problemas de liquidez lo condujeron a solicitar auxilios financieros del Fondo de Garantía de Depósitos y Protección Bancaria (FOGADE), los cuales comenzaron a utilizarse a finales de enero de ese mismo año, pero al ser éstos insuficientes, fue la razón por la cual a finales de marzo de 1994, la Sudeban ordenó a los accionistas barineses la reposición de capital tantas veces como fuera necesario para enjugar las pérdidas. No obstante, a pesar de la ayuda de Fogade que llegó hasta el 10 de junio de 1994 a Bs. 31.338 millones, la Super no le quedó otro camino que intervenirlo con la gaceta antes mencionada, yéndose Cordero como todos los banqueros del momento con la cabuya en la pata con los auxilios recibidos, lo que significa que el actual presidente y accionista mayoritario de Globovisión fue un banquero más de los tantos que hubo ¡prófugo de la justicia! 
 
           La gaceta no sólo intervenía al Banco Barinas sino, al todo grupo relacionado con Cordero como lo fueron la Sociedad Financiera Cordillera, Arrendadora Cordillera, F.A.L. Cordillera, Cordillera de Viajes y Turismos Casa de Cambio, Banvalor Sociedad Financiera, F.A.L. Banvalor, y J.D. Cordero y Asociado Casa de Cambio. A finales de 1994 el gobierno también cerraría  dos nuevos bancos República y Progreso, y para  febrero del siguiente año  se tuvo que tirar al coleto otros tres: Principal, Italo Venezolano y Profesional, así como el Banco Empresarial en agosto de ese mismo año. Según la Memoria de Hacienda del año 1994, la asistencia financiera por parte del Estado para los bancos intervenidos sólo de ese año ascendió a Bs. ¡700.000 millones!  (US$ 4.000 millones aproximadamente), lo que significaba 18% del PIB, haciendo que la deuda interna a través de la emisión de bonos que financiaba la crisis se incrementará en 150%, hecatombe financiera esta que hacia ganar muchos adeptos a aquel  comandante  golpista  recién salido de  la cárcel de Yare por un indulto presidencial. La causa de Cordero por razones que desconocemos fue finalmente sobreseída en 1999, año en que regresó al país para de nuevo estar en sus andadas. Siempre me he preguntado que fue de la vida de estos apátridas, bueno al menos ya sabemos de uno.   
 
  

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