¡Al fin!, con casi 4 meses de atrasos el Bandes se
dignó a publicar su balance financiero correspondiente al primer semestre de
este año. Para nosotros, la parte que más nos interesa tiene que ver con la
cuenta de Pasivos, específicamente la denominada: “Obligaciones con
instituciones financieras de exterior hasta más de un año”, la cual llegó a Bs.
104.590 millones, porque allí es
precisamente donde están contabilizados los gigantescos préstamos chinos. Allí
tenemos que resaltar el hecho, que dicha cuenta para el primer semestre 2008,
es decir, antes de que entrara el primer crédito asiático rayaba los Bs. 8.578
millones, lo que significa entonces que hoy
en día ese pasivo ha sufrido un aumento de más del 1.100% en lo relacionado con las obligaciones
del banco a más de un año con entes financieros del exterior. Ahora con respecto al semestre anterior,
estos Bs. 104.590 millones indican solo un aumento de Bs. 2.270 millones -aproximadamente
unos US$ 600 millones-, toda vez que la misma había terminado en diciembre del
pasado año en Bs. 102.320 millones.
Aquí hay una
contradicción barbarie con la Bodega Central ya que recientemente el Ente Prestor en
su informe del segundo semestre del año, sostuvo que durante dicho periodo, los chinos desembolsaron el último
tramo de los US$ 20.000 millones, que en verdad no creemos que este haya sido
de los US$ 600 millones antes comentado. Del mismo modo la BCV también señaló
en esa misma oportunidad que en cuanto a
la “Posición de inversión internacional” del país, se observaron incrementos en los pasivos de
inversión directa de las empresas mixtas, por concepto de utilidades
acumuladas, y por las obligaciones contraídas frente al gobierno chino, por los
aportes a los fondos “Pesado” y “Gran volumen”. Una revisión de tal cuenta
indica que tales pasivos pasaron de US$ 13.797 millones de diciembre 2011 a US$
14.198 millones para julio de este año, es decir, se produjo un aumento de US$
400 millones, pero nosotros no creemos en un finiquito de 600 o 400 millones de dólares en un semestre de un
préstamo de US$ 20.000 millones, más aún cuando el grosor de la cuenta de
inversión directa lo representan las utilidades reinvertidas u “otro capital”.
En el primer caso tales ganancias no tienen que ver con créditos
internacionales, mientras que la segunda terminó el II-2012 merodeando los US$
6.000 millones, insuficiente para lo que nos han dado los asiáticos.
Más bien
pensamos nosotros que los gigantescos préstamos amarillos tuvieron que haber
sido reflejados en la línea: “Prestamos”, del renglón “Otra Inversión” de la cuenta de los Pasivos
de la Posición Internacional de Venezuela, puesto que allí si existe un volumen
considerable, aunque tales prestamos pasaron de US$ 33.589 millones de
diciembre del pasado año a US$ 32.000 millones para el primer semestre 2012,
como se observa, se trata más bien de una reducción y no de un aumento del
pasivo por el finiquito del préstamo, toda estas cuentas lo que indican es que
jamás sabremos la verdad de los préstamos chinos, y la mayoría del pueblo acaba
de decidir con su voto en las urnas que esto continuara así.
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