Todos debemos recordar que el
punto de cuenta que presentaron Giordani y Merentes para la repatriación del
oro a las arcas de la Bodega Central tenía fecha de 8 de agosto de 2011, pero
no fue sino hasta el 25 de noviembre de ese mismo año en que la BCV comenzaría
tal cosa. A finales de enero 2012, Merentes sostendría que había llegado al
país 14 toneladas de oro, con un valor equivalente a 70 millones de dólares,
las cuales constituían la última remesa de las reservas auríferas venezolanas
que estaban en el exterior, sin embargo, habría que esperar la publicación de las Notas a los Estados Financieros
de la Bodega Central del primer semestre de este año a fin de determinar con
precisión cuanto de este oro se quedó en el exterior y cuanto de este fue en
realidad repatriado, algo que sucederá más o menos en agosto de este año, solo adelantándole
nosotros que para diciembre 2011 habían más de US$ 8.000 millones en oro fuera
de nuestro país. Recientemente las reservas internacionales volvieron a
ser noticias toda vez que se sospecha
que las operativas están en un nivel muy bajo, veamos que tan cierto es eso.
Para el cierre del pasado año el
total de reservas internacionales terminaron en
US$ 29.889 millones, de los cuales como bien lo muestra el cuadro US$
6.000 millones eran operativas, es decir, recursos inmediatos con los que
cuenta la BCV y US$ 23.889 millones terminaron
en “no operativas”, conformados por el oro, los Derechos Especiales de Giro
(DEG) y la cuota del Fondo Monetario Internacional (FMI). Para el primer
trimestre del año, las operativas decaen en US$ 2.000 millones, a pesar de que
se mantuvo el precio del oro principalmente
por el traslado de US$ 2.500 millones al Fonden realizados cada uno de
ellos por US$ 500 millones el 17 de enero, el 3 y 22 de febrero y el 5 y 20 de
marzo respectivamente. Y ya para el 28 de mayo de los corrientes disminuyeron casi
US$ 1.000 millones más, como consecuencia de otros US$ 500 millones traspasados al Fonden en el pasado 3 de abril.
El cuadro también muestra como una subida en el oro haría bajar las operativas
porque el gobierno tendría más disposición de ellas tapando el asunto con el
aumento de sus reservas en el metal, mientras que una bajada las haría aumentar,
porque disminuye precisamente el valor de las reservas en oro, razón por la
cual si el oro está bajando y las
reservas operativas están disminuyendo, esto se debe esencialmente a las
transferencias hechas al Fonden (US$ 2.500 millones en lo que va de año), es
decir, son tales las que tienen “embromadas” las reservas operativas de la
Bodega Central de Venezuela y no otra cosa.
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