La diferencia de los ingresos “extraordinarios” entre el Ministerio de Finanzas y el Banco Central sobrepasan los Bs. 19.000 millones durante el 2011, pero existe una diferencia dantesca de más de Bs. 30.000 millones entre los dos entes sobre la contabilidad de los bonos DPN que se usaron como tales ingresos

Hace poco, rolo a rolo, tolete a tolete, le comunicamos que según la Bodega Central de Venezuela, los ingresos extraordinarios de la nación alcanzaron el pasado año Bs. 166.342 millones, de ese total  Bs. 30.316 millones fueron obtenidos por recursos externos  a través de préstamos con el BID y endeudamiento externo y Bs. 128.101 millones derivados de: Bs. 39.131 millones en bonos DPN; Bs. 19.979 millones en Letras del Tesoro y Bs. 68.992 millones de primas  por colocaciones de bonos, intereses de inversiones, reintegros de administradores de fondos, así como  dividendos de empresas públicas, todo lo cual conformaron el 95% del total de los ingresos extraordinarios de la nación de 2011 según la BCV. Pero, el esperpento llorón  de Giordani no esta de acuerdo con eso, él tiene otros números, veamos cuales son.

            En primer lugar sostiene Giordani en la Memoria y Cuenta del ministerio que saquea, que el año pasado nuestro país obtuvo ingresos extraordinarios por  un total de Bs. 147.074 millones, de los cuales Bs. 69.595 millones los llama propiamente dicho “extraordinarios” y los restantes Bs. 77.479 millones como fuentes de financiamiento, mostrándose como se ve una disparidad de más de ¡Bs. 19.268 millones!, entre el total de recurso extras que dice la Bodega Central y el esperpento llorón (166.342-147.074), es decir, existe una diferencia de Bs. 19,2 billones de los viejos bolívares, algo  que ocurre cuando a un país le entra  tanta plata y lo que hay es puro negligente recogiéndola. Ahora bien, la especificación que da Giordani sobre el total de los Bs. 69.595 millones que él llama ingresos extraordinarios la resuelve así: Bs. 5.851 millones por operaciones de la Oficina Nacional del Tesoro (ONT),  donde se incluyen intereses de inversiones y otras operaciones provenientes de ganancias en ventas de títulos valores, mientras que los restantes Bs. 63.744 millones que denomina “otros”, están contenidos aportes especiales  de Pudrevsa, Banco de Venezuela, Fondo Independencia, Fondo Cambio-200, excedentes por paridad cambiaria, recursos provenientes del Fondo Chino, dividendos del Banco del  Tesoro,  de Bolipuertos, así como primas por operaciones de crédito público, pagos en exceso de la banca nacional en la cuenta de régimen de administración cambiaria, devolución a la ONT de las sumas acreditadas en las cuentas de la República que se encontraron sin movilización,  e intereses acumulados del fideicomiso de emergencia suscrito entre BANDES y la  República, entre otras cositas que por supuesto Giordani no especifica por ninguna parte el monto de cada uno de ellas. 

            De lado de los Bs. 77.479 millones que ingresaron como fuentes de financiamiento el esperpento llorón coloca al endeudamiento por gestión  fiscal de Bs. 20.000 millones y Bs. 22.535 millones por endeudamiento publico, pero de manera insólita y bochornosa también señala que las misiones Agro-Venezuela, Vivienda, Trabajo y hasta la Emergencia y los Desastres Naturales fueron fuentes de financiamiento, cuando estos precisamente lo que representaron fue  grandes gastos que realizó el Ejecutivo Nacional. Por otra parte, será en la página 183 de la Memoria 2011, donde Giordani sostenga que de los Bs. 147.074 millones que se obtuvieron como ingresos extraordinarios, Bs. 71.269 millones corresponden a los Bonos  DPN, lo que muestra una diferencia dantesca  con la Bodega Central de más de ¡Bs. 30.000 millones!, ya que como dijimos al principio esta señala que los DPN el pasado año por este concepto se ubicaron en Bs. 39.131 millones, y en lo referente a las Letras del Tesoro, para Giordani ni una sola de éstas se utilizaron como recursos extraordinarios, cuando Merentes en la  BCV sostiene que representaron casi Bs. 20.000 millones de tales ingresos, por lo que entonces nosotros terminamos  preguntándonos como el famoso programa ese, en este despelote ¿quién tiene la razón?