El año 2003 a pesar de las secuelas del paro petrolero terminamos con un superávit en el saldo de divisas de más de US$ 7.000 millones, toda vez que ingresaron US$ 20.265 millones y se gastaron US$ 12.882 millones. Al año siguiente el movimiento neto de divisas registrado por el Banco Central también fue positivo en más de US$ 2.000 millones, puesto que ingresaron US$ 26.656 millones para unos gastos de US$ 24.513 millones. Ese ritmo superavitario en el saldo de las divisas se mantuvo para el 2005, cuando ingresaron al país casi US$ 40.000 millones que fueron más que suficientes para sufragar unos gastos ordinarios de US$ 28.567 millones, lo que originaba un superávit en moneda extrajera de más de US$ 11.000 millones, razón por la cual desde ese año se comenzó a hablar de “reservas excedentarias”, creándose el Fonden. De esta manera muy a pesar de que el BCV hiciera aquella transferencia de los primeros US$ 6.000 millones, en el 2005 se terminó con un superávit de divisas de US$ 5.400 millones. De esta forma llegaría el año 2006 donde entraron US$ 46.865 millones y se tenía que haber gastado US$ 37.961 millones, para obtener así un superávit de US$ 8.904 millones, no obstante a ello, al donar el Banco Central US$ 4.275 millones al ya famoso Fonden, ese superávit se redujo a US$ 4.629 millones, cifra en positivo en que finalmente cerramos ese año. Pero llegaría el desastroso año 2007 cuando unos ingresos de divisas de US$ 50.924 millones, apenas, de vainita, alcanzaban para los gastos ordinarios (sacando el Fonden) de US$ 50.278 millones, allí como se ve ya no había “reservas excedentarias”, pese a ello el Banco Central ya convertido en una auténtica Bodega, transfirió ese año US$ 6.770 millones al Fonden y fue la razón principal para que terminaremos rodilla en tierra, con un déficit de más de US$ 6.000 millones en el saldo de divisas!, razón por la cual era una evidencia clara que el asunto de las reservas excedentarias era mas mito que realidad, y por lo tanto el asunto se tendría que tratar con mucha holgura, algo que no hizo por la voladura de los precios del petróleo al año siguiente. En ese escenario durante el 2008 el país recibió casi US$ 66.000 millones!, para sufragar unos gastos en divisas de US$ 57.125 millones, que de hecho ya incluía el aporte al Fonden, y como cosa curiosa, la Bodega en el mejor ingreso histórico de divisas del país en aquella oportunidad, solo le dió a ese Fondo US$ 1.538 millones!, aunque ud. no lo crea!, todo lo cual hizo terminar el flamante 2008 con un superávit de divisas de casi US$ 9.000 melones verdes. Pero poco duraría la fiesta, al año siguiente nos agarró el carro de drácula, principalmente por la caída de los precios de los hidrocarburos y unos ingresos de US$ 40.581 millones, es decir US$ 25.000 millones menos que el año inmediatamente anterior!, apenas podían alcanzar para los gastos ordinarios de divisas que se ubicaron ese año en US$ 39.283 millones, pero como la Bodega Central de Venezuela hizo una transferencia “esquizofrenética” de US$ 12.299 millones al ya famoso “mamut blanco”, incluso durante el primer trimestre de ese año!, fue la razón esencial para que termináramos el año con un déficit en las divisas de más de US$ 11.000 millones!, que ha sido el tope histórico durante los gloriosos años de Revolución. Así llegamos al 2010 arrastrando esa pata coja, y unos ingresos de US$ 45.378 millones del pasado año no eran -ni que lloviera pa arriba- suficientes para cubrir los gastos en divisas estipulados en US$ 46.754 millones, aquí como el año 2009 no existían reservas excedentarias!, y aún así la Bodega Central traspasó US$ 7.000 millones para que cerráramos el año con un apabullante déficit de más de US$ 8.000 millones!, todo lo cual demuestra que ese mamut blanco no precisamente de La Era del Hielo, es quien ha provocado los déficit de divisas a la BCV. Pero la lección no ha sido aprendida, el 2011 lleva el mismo camino. En este sentido la Bodega Central en su cuadro del Movimiento Diario de Reservas indica que durante el primer trimestre del año, tuvimos unos ingresos por US$ 4.813 millones ante unos gastos ordinarios de US$ 5.425 millones, para un déficit de divisas para el primer lapso del año de US$ 612 millones!, y no habiendo aprendido nada de la experiencia anterior antes descrita, la BCV traspasó el trimestre que acaba de finalizar US$ 2.000 millones más al Fonden, para cerrar el primer lapso del año con un déficit de divisas de US$ 2.612 millones!, en este sentido, los revolucionarios bolivarianos son los únicos animales que chocan mas de 2 veces con la misma piedra, que no es precisamente la que lleva nuestro amigo Sísifo a cuesta.
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