viernes, 27 de febrero de 2015

PDVSA revienta a CITGO para poder seguir estando a flote



En  julio  del año pasado,  Citgo  cerró  una  colocación  privada  de  bonos  garantizados  por  US$ 650  millones  con una tasa de interés fija de 6,25% y con vencimiento en el año 2022, utilizando parte de los fondos obtenidos en esta emisión para el pago total de los bonos emitidos en junio de 2010.  En esa oportunidad la filial de Pudrevsa en suelo del Tío Sam, había conseguido una  facilidad de crédito rotativa por un monto de US$ 750 millones  a una tasa mínima de 6,00%, operación que se convirtió en una capacidad  de crédito disponible de US$ 667 millones, con esto Citgo lo que hizo fue ya el eterno proceso de  recalentamiento de deuda, en donde desde junio de 2010 a julio de 2014 pagó intereses por US$ 225 millones (750 x 6% x 5 años), sustituyendo el viejo crédito  para ahora un pago total de intereses de US$ 325 millones (650 x 6,25% x 8 años), manteniendo la mayoría del principal de la deuda de junio 2010, en otras palabras, como en los viejos tiempo de la IV República una deuda que vencía en el 2014 fue reextendida hasta el año 2022. 
 
                Recientemente se sostuvo que Citgo emitió bonos entre US$ 1.500 millones y US$ 2.000 millones, para que más que saldar su deuda, se trata de sacarle las patas del barro a Pudrevsa, de los principales que se vencen este año. Como era de suponerse al igual que los recientes bonos de Citgo la información es ocultada, es decir, en el informe financiero de 2014 de la estatal no se incluye esa información, afirmándose que entre el 2016 y más allá del 2020 se deben más de US$ 40.000 millones. En vista de esto no tuvimos otro remedio que recurrir al informe 2013, donde se señala que la deuda a cancelar en el 2015 hasta diciembre de hace dos años era de US$ 5.412 millones, donde están incluidos  los US$ 1.413 millones del PDV 2015 emitidos en el 2009 que hay que pagar el 28 de octubre de este año, y US$ 1.000 millones de amortización del PDV 2017 emitidos el 18 de  octubre de 2010 que hay que cancelar  el 2 de noviembre, recordando que ambos bonos sirvieron para alimentar el tráfico del dólar negro en el país que hoy gobierna en la economía.

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