viernes, 20 de febrero de 2015

Para el tipo de cambio del SIMADI, Merentes tomó como referencia al mercado negro y no al implícito entre la liquidez monetaria y las reservas para favorecer a sus amigotes que ganaran más del 2.500%



Varias cosas diremos de la nueva ridiculez inventada por Merentes que no tendrá  otro destino que su estruendoso fracaso, como ya pasó con sus Bonos Cambiarios Venezolanos, su Sitme y su Sicad, personaje que por cierto estaría a punto de recibir una  demanda  de la prestigiosa Universidad Eötvös Loránd de Budapest, ya que los ha dejado muy parado últimamente con esos inventos que no aprendió precisamente en Hungría. 

Lo primero que debemos decir, es que en el nuevo sistema, no participarán las personas jurídicas  ya que el convenio cambiario Nº 33 publicado en la Gaceta Oficial Extraordinaria No. 6.171 del 10 de febrero de 2015, no las menciona por ¡ningún lado!, y no venga a decir el gobierno y los economistas opositores que tuvieron un orgasmo con este sistema que la cosa es  obvia, puesto que si fuera así, las personas naturales tendrían derecho a la compra de títulos  y eso no está establecido, a éstas solo le dieron los miserables US$ 300  diarios, los US$ 2.000 al mes y los US$ 10.000 anual  como máximo, así que mientras no subsanen este error todas las compras que hagan las empresas en Sumadre serán completamente ilegales, como todo lo que hace el gobierno. 

Lo segundo es el tipo de cambio que se estableció, comenzó en Bs. 170 y al segundo día llegó a Bs. 174, ¿de dónde sacó el kinomatemático húngaro semejante tipo de cambio?, lo tomó de referencia del negro, y porque no tomó en cuenta el implícito entre la loquetera de la liquidez monetaria de la economía y las reservas que eran internacionales, el cual marcó para el 6 de febrero  Bs. 94,25/US$, producto de la división de los Bs. 2,038 billones de circulante entre los US$ 21.626 millones de reservas para la fecha. Es decir a esa tasa se cubre la liquidez monetaria que circula en la economía (94,25 x 21.626), pero que va  se tuvo que tomar la referencia del mercado negro para favorecer a sus amigotes que consiguen a 6,30 para venderlo oficialmente a tasa Simadi ¡Sumadre! , pero estos aún no aparecen en la gaceta, porque la tramposería siempre sale.  A esta tasa el gobierno demostró una sola cosa, que los ha pulverizado el mercado negro, admitiendo de nudo hecho que es la tasa que rige la economía y que ahora oficializan con una devaluación de más del 220% desde el Sicad II, es decir, tanto nadar para morir en la orilla, aunque el negro le sigue ganando la partida cerrando en Bs. 188 cuando hicimos este artículo. 

Un breve comentario sobre la estupidez de la dolarización de la economía, a propósito del caso ecuatoriano, el último que nos enteramos que anda con eso en la boca es el yuppie de José Luis Cordeiro, ciudadano del mundo, como lo dice su propia página web, quien estuvo relacionado con la NASA, pues bien no sabía que la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio norteamericana estaba tan mal. Sobre la dolarización no mencionaré los casos de Panamá y Puerto Rico porque todo el mundo conoce el interés del Tío Sam en esos dos países. En el caso de Ecuador establecido en el año  2000 por el presidente Jamil Mahuad, que venía de una terrible crisis financiera fue muy traumatizante de hecho acabó con su gobierno y a la larga terminó provocando una oleada de emigrantes ecuatorianos hacia Perú y Colombia. 

Porque no defender la reforma monetaria del Perú con el Nuevo Sol llevada a cabo desde 1991, menos traumatizante que con una  férrea disciplina monetaria y fiscal han mantenido su paridad con respecto al dólar. Vayan a Perú y traten de pagar con dólares a un taxista, a un chofer de camionetas, o en un puesto de comida chatarra, les dirán: ¡no señor, esos son ustedes los venezolanos que se mueren por esa moneda! ¡Nosotros no hacemos  nada en este país con eso!. Y cuando le pregunté al señor “cambista”, ese que te encuentras en cada esquina en las calles principales de Lima cambiando dólares por soles, que si no le daba miedo tener tanto billete verde  cuando le vi el manojo en una de sus manos, me dijo: ¡aquí ni los ladrones quieren dólares!, lo escuchaste Cordeiro, estos yuppies como tanto otros siempre quieren que venga el Tío Sam a resolver nuestros problemas, por eso fue que Chávez siempre les ganaba la partida y creo que no aprendieron  naita, chico!.
            


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