Nosotros lo habíamos advertido
desde agosto del año pasado que para octubre de 2014 Pudrevsa, no tenía la
plata para poder cancelar los US$ 3.000
millones del PDV 2014, y salieron los personeros del gobierno con sus
alcahuetes como Hinterlaces a decir que si lo habían pagado. Lo cierto del caso
es que en el Balance de la Deuda Financiera Consolidada de ese año de recién
publicación, revela el hecho de que sólo se pagaron US$ 1.394 millones en
efectivo, mientras que los US$ 1.606 millones restantes se canjearon con
pagarés por un monto de US$ 1.606
millones, donde como siempre nadie sabe de sus condiciones, en un proceso ya
archiconocido de reciclaje de deuda. A continuación las deudas más importantes
contratadas por Pudrevsa en todo el pasado año.
En mayo de 2014, la Compañía
emitió, mediante una adjudicación
directa al Banco de Venezuela, bonos PDV
2024, con un valor nominal de ¡US$ 5.000 millones!, pero no fue la única vez
que el banco del Estado le sacó las
patas del barro a la estatal petrolera, puesto que el 16 de octubre la
Compañía emitió a favor del mismo Banco un certificado
de inversión denominado
en dólares por
US$ 2.400 millones, pero el 28 de
octubre tal certificado se cedió a la Bodega Central como parte de pago por la
colocación privada de ese mismo día de los bonos PDV 2022 por US$ 3.000
millones, lo que significó que Pudrevsa en esa melcocha de transacción recibió
de la Bodega Central US$ 600 millones adicionales, quedando endeudada con el
ente emisor con US$ 3.000 millones. Antes de eso, entre los meses de enero y marzo de 2014, Pudrevsa también adjudicó al Banco de
Venezuela US$ 2.156 millones
que era parte de un remanente que había quedado de la emisión del Bono
2026 emitido el 15 de noviembre de 2013, una emisión que fue anunciada por US$
4.500 millones pero que sólo se habían adjudicado US$ 1.816 millones, quedando
US$ 2.684 millones para el 2014, donde el banco del Estado se quedó con el 80%.
Durante el año 2014, la Compañía también
suscribió con el Banco de Venezuela tres préstamos denominados en bolívares: US$
166 millones con una tasa de interés
variable, inicialmente de 12% anual, con vencimiento de ocho años; US$ 221
millones bajo las mismas condiciones que
el anterior; y US$ 61 millones con una tasa de interés variable, inicialmente
de 9,66% anual con vencimiento de cinco años. De pasapalo en noviembre de 2014,
la estatal renovó dos certificados
de inversión con el mismo banco por
un total de US$ 111 millones que se habían obsequiado originalmente desde el
año 2012 y que ya tenía una renovación, en pocas palabras Pudrevsa saqueó al
Banco Venezuela en más de US$ 10.000 millones entre bonos, préstamos, y
certificados de inversión.
Pero no sólo el Venezuela
socorrió a Pudrevsa, dos instituciones
más del Estado como lo fueron el Banco del Tesoro y el Bicentenario
vinieron en su auxilio como el Carpathia, el primero suscribió préstamos denominados en bolívares
con las siguientes condiciones: US$ 227
millones con una tasa de interés variable, inicialmente de 12% anual, con vencimientos
de cinco y ocho años; y US$ 33
millones con una tasa de
interés variable, inicialmente de
9,66% anual, pagadero al corto plazo; y como colorario esta misma institución a
finales de año renovó unos certificados de inversión por US$ 227 millones que
habían sido emitidos originalmente en el 2011 y que ya tenían un renovación. Por
su parte el Bicentenario concedió préstamos con las siguientes condiciones: US$
286 millones con una tasa de interés variable, inicialmente de 12% anual, con
vencimiento en un plazo de cinco y ocho años; y US$ 17 millones, también con
una tasa de interés variable, inicialmente de 9,66% anual, con vencimiento
de corto plazo.
Por supuesto que en estos monos
no podían faltar los de Chinatown y antes que falleciera el 2014, Pudrevsa suscribió con la China Development Bank
Corporation (CDBC), un préstamo por
US$ 1.500 millones en donde se incluye
opciones de pago en efectivo o mediante la
entrega de petróleo crudo y productos
a precios de mercado supuestamente. En
este sentido a nivel internacional la filial Citgo tampoco peló el boche
y emitió bonos garantizados a mitad de ese año por US$ 650
millones con una tasa de interés fija de 6,25% y con vencimiento en ocho
años, los cuales en parte fueron utilizados para el pago total de los bonos
emitidos en junio de 2010. Del mismo modo en julio de 2014 la filial reemplazó
sus facilidades de crédito garantizadas por un valor nominal de US$ 1.550
millones las cuales se componen como sigue: US$ 900 millones con vencimiento en
julio de 2019 y US$ 650 con vencimiento en
julio de 2021. Hay que recordar que en lo que va de
2015 ya la empresa se enquesó con otros US$ 1.500 millones recién emitidos.
Finalmente otra filial de la
estatal como lo es PDVSA Petróleo, S.A.,
el 3 de septiembre firmó una ampliación
de la
facilidad de crédito suscrita con
el Credit Suisse en
junio de 2012
por US$ 1.289 millones,
en donde se modificaron algunos
términos y condiciones del contrato
inicial, haciendo que el nuevo monto de
la facilidad de crédito ascienda a US$ 2.206 millones con
amortizaciones trimestrales y un período
de gracia de
14 meses, destinada
a la modificación
y expansión de la Refinería de Puerto La Cruz. En conclusión, al sumar
todas estas modalidades de préstamos tenemos que en todo el año 2014 Pudrevsa
se endeudó en más de US$ 19.000 millones de los cuales US$ 10.000 millones
fueron obsequiados por el Banco de Venezuela, donde es menester señalar que este
gran endeudamiento se hizo con un barril de petróleo que promedio los US$ 88,
se lo imaginan ahora para este año en US$ 40?
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