lunes, 13 de octubre de 2014

Ante el colapso de divisas en el país para el primer semestre del año las importaciones han caído en US$ 5.000 millones en comparación al mismo periodo 2013 lo que hace continuar el desabastecimiento y la estanflación



A falta de pan que no está vendiendo ya la Bodega Central, no tenemos otra que comernos la arepa que presenta el INE en cuanto al asunto de importaciones y exportaciones en el país, las cifras difieren y se trata porque en el caso de la BCV siempre son provisionales, mientras que al parecer están más actualizadas en el Instituto. Así las cosas, el BCV sostiene que el año 2012 las importaciones no petroleras terminaron en US$ 47.544 millones, no obstante el INE dice que las mismas llegaron a ¡US$ 54.767 millones! lo que representa el máximo histórico hasta el momento. Para el 2013 como sabemos la Bodega sólo llegó a contar hasta el primer semestre de ese año como importaciones no petroleras por US$ 21.357 millones, dejando con esto de contabilizar estas estadísticas, mientras que el INE lo hizo en US$ 22.193 millones, a la larga para el Instituto el total de importaciones el pasado año fue US$ 45.151 millones, lo que significó una reducción de casi US$ 10.000 millones que provocaron el desabastecimiento y la estanflación, y esto ocurre cuando eres altamente dependiente del sector importador, reducir importaciones con crecimiento del desarrollo interno sería lo saludable, reducirla sin aquello, es aterrador. 

Para el primer semestre del año esta reducción continua, toda vez que para los primeros seis meses del año las importaciones llegaron a US$ 17.351 millones en comparación a los US$ 22.192 millones para el mismo periodo del pasado año, lo que evidenció una reducción de casi US$ 5.000 millones, lo que provoca al mismo tiempo la continuidad de la escasez de productos que tenemos ligado al estancamiento de la productividad. De esos US$ 17.351 millones de este año, el sector privado trajo el 59% mientras que el sector público lo hizo con 41%, presentándose aquí una disminución ya que para el primer semestre de 2013 la relación fue de 68/32 entre el privado y público, lo que indica que el sector privado está importando menos y el sector publico mucho más. 

De estos US$ 17.351 millones que va en este primer semestre de 2014, el imperio yanqui aparece como nuestro principal proveedor con US$ 4.079 millones, lo que representó casi un tercio del total, seguido del imperio chino con US$ 2.422 millones, ocupando la medalla de plata Brasil con casi US$ 2.000 millones de corotos traídos del gigante del Sur, el resto de los países nos exportan cada uno menos de US$ 1.000 millones. Del total importado hasta junio, las maquinarias y por supuesto los materiales eléctricos  ocupan el primer lugar con US$ 4.296 millones, seguido de las importaciones agrícolas, vegetal y animal con US$ 3.157 millones, aquí los productos químicos ocupan la tercera casilla con US$ 2.763 millones, mientras que los metales comunes y alimentos, bebidas y tabaco ocupan la cuarta y quinta casilla, con US$ 2.015 millones y US$ 1.620 millones respectivamente, para la semana que viene describiremos en detalle el paupérrimo estado de las exportaciones no petroleras del país.     

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