El datazo lo
pasó el propio director de la Bodega
Central, Armando León, aquel mismo que en
diciembre 2003 escribió que este gobierno estaba repitiendo el festín del endeudamiento inútil de las décadas de
los año 80 y 90, así lo dijo: “el BCV no puede decir el tipo de cambio de las
subastas porque viola la Ley de Ilícitos Cambiarios” (LIC), razón por la cual
se negó la información sobre el tipo de cambio establecido en la primera
subasta del Sicad como la de la semana pasada. Efectivamente dicha ley cuya
última reforma se dio en mayo de 2010 sostiene en su artículo 17: “Las personas
naturales o jurídicas anuncien, divulguen de forma escrita, audiovisual,
radioeléctrica, informática o por cualquier medio, información financiera o
bursátil sobre las, serán sancionadas con una multa de 1.000 UT”, razón
principal por la cual entonces el BCV de manera oficial no dijo el tipo de
cambio diferente al oficial de las dos subastas que ha llevado a cabo al Sicad,
y cuando uno mete la lupa al anuncio de la subasta esta por ningún lado
sostiene que la misma se hará por un tipo de cambio diferente al oficial, sin
embargo esto no es así en el propio convenio cambiario Nº 22.
Allí sostiene
el artículo 1 del mismo, que las posturas para la adquisición de divisas en las
subastas tanto de las personas naturales
como jurídicas “no se admitirán con
tasas inferiores al tipo de cambio oficial para la venta fijado de conformidad
con lo previsto en el Convenio Cambiario N° 14 del 8 de febrero de 2013”, y si
dicho convenio establece una tasa de Bs. 6,30/US$, las posturas superiores a ellas no están establecidos en
ningún convenio cambiario y por lo tanto viola la ley de ilícitos cambiarios. Y
hay más, el artículo 17 es claro en señalar que las personas jurídicas como la
Bodega Central “que ofrezcan” cotizaciones
de divisas diferentes al valor oficial viola también la ley, y es exactamente lo que hace el BCV en
las subastas. Lo grave de todo esto, es que no sólo ocurre con las subastas del
SICAD, sino que también ocurrió en los 18 meses que duró el SITME, porque nunca existió el convenio
cambiario entre el BCV y el Ministerio de Finanzas para vender divisas a Bs. 5,30/US$.
Ahora por otra
parte, la Bodega Central si quedaría exonerada de las multas que sostiene la
LIC, ya que el artículo 9 sostiene que “Quien en una o varias operaciones en un
mismo año calendario, sin intervención del Banco Central de Venezuela, compre,
venda o de cualquier modo ofrezca, enajene, transfiera o reciba divisas entre
un monto de diez mil dólares (US$ 10.000,00) hasta veinte mil dólares de los
Estados Unidos de América (US$ 20.000,00) o su equivalente en otra divisa, será
sancionado con multa equivalente en bolívares al doble del monto de la
operación”, pero como es precisamente el BCV quien hace la subasta y manejó el
Sitme no habría rollo con eso, pero en cuento la primera, la ley de ilícitos
cambiarios queda más violada que la
mujer del César.
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