martes, 6 de noviembre de 2012

¡Chinos para rato y como arroz en este país!


Continuando con nuestro articulo de ayer, en lo referente al otro  préstamo  de los US$ 20.000 millones que denominaron el de Gran Volumen y de Largo Plazo que fue publicado el 16 de septiembre de 2010 en gaceta oficial, constituido por la mitad en dólares y la otra en 70.000 millones de yuanes Renminbi RMB,  Giordani en su intervención en la Asamblea sostuvo también que hasta el pasado 14 de septiembre, se asignaron US$ 6.943 millones y 69.565 millones Renminbi (RMB) para financiamiento de 40 proyectos, citando entre las principales inversiones US$ 1.363 millones y RMB 12.144 millones en  el sector eléctrico para que continúe  yéndose la luz en el interior del país; US$ 1.256 millones  y RMB 7.125 millones para transporte y US$ 742 millones  y RMB 9.468 millones  en petróleo y minería ante la quiebra inevitable de Pudrevsa. Como se observa  al esperpento llorón aún le falta por responder por US$ 3.582 millones de lo asignado en dólares y casi 41.000 millones de yuanes Renminbi.  De pasapalo,  este acuerdo tendría una duración de 10 años, pero como en el caso de la segunda enmienda del Fondo Conjunto también es infinito ya que las  partes de mutuo acuerdo pueden modificarlo o enmendarlo a través de los canales diplomáticos, todo lo cual significa que en este país habrá  chinos para rato como arroz.  
 
Áspid Financiero: En la segunda enmienda del acuerdo del Fondo Conjunto, el articulo 5 estableció, que el Comprador (China) depositará el dinero de la compra del petróleo crudo y combustible directamente en la cuenta de cobro abierta y mantenida por el Prestatario (Venezuela) y el Prestamista (China); la porción correspondiente del dinero depositado en esta cuenta se utilizará como fuente (no exclusiva) del financiamiento para el Prestatario con el fin de facilitar el reembolso por parte del Prestatario al Prestamista del capital, lo intereses y otros montos correspondiente que se adeudara, en términos mandarines eso significa que los reales con los que los chinos compran nuestro petróleo están depositados en una cuenta desde donde se les asegura el pago del capital y los intereses del préstamo que nos den, lo que en términos cristianos significan que los chinos nos prestan y ellos mismos  se pagan.

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