viernes, 27 de julio de 2012

A la hora de una emergencia de divisas el gobierno socialista podrá quedarse con nuestros depósitos en dólares y pagarlos en bolívares al tipo de cambio oficial


La noticia sorprendió a propios y extraños el pasado viernes: “el gobierno permitirá depósitos del público y de personas jurídicas en divisas,  provenientes de liquidación de títulos en moneda extranjeras o del Sitme”, es decir, los revolucionarios bolivarianos le abrieran las patas al poderoso dólar, pero primero veamos si la medida dictada en conjunto por el Ministerio de Finanzas para el Endeudamiento y la Bodega Central de Venezuela es legal:

            El articulo 53 de la Ley de Instituciones del Sector Bancario  que entró en vigencia en diciembre de 2010 y que quedó intacto en la reforma de principios de marzo 2011, referido a las operaciones de intermediación  establece que: “Las modalidades  y condiciones de  los depósitos, en moneda nacional o en divisas, el crédito, el fideicomiso,  las  estipulaciones  contractuales,  las  inversiones  en  títulos  valores  y  cualquier  otra modalidad de  intermediación propias de  la actividad bancaria así como  los servicios prestados al usuario  o  usuaria,  serán  establecidas  y  reguladas  en  el  Reglamento  de  la  presente  Ley,  en  la normativa  prudencial  que  la  Superintendencia  de  las  Instituciones  del  Sector  Bancario  dicte  al efecto y en las normas que determine el Órgano Superior del Sistema Financiero Nacional”, lo que  significa que el asunto de los depósitos en verdes quedan es a disposición de estas tres últimas condiciones. En este sentido, al no existir aún el Reglamento de la Ley y no existir del mismo modo una providencia de parte de la Sudeban, el encargado de tal cosa sería el Órgano Superior del Sistema Financiero Nacional (OSFIN), lo que significa que ¡ni Giordani ni Merentes tienen autorización para hacer tal cosa!

Según el artículo 16 de la ley Orgánica del Sistema Financiero de junio de 2010, el OSFIN esta conformado por el ministerio encargado de las finanzas en el país, por el presidente del Banco Central y por tres directores nombrado por el presidente de la República, y como se ve en la Resolución conjunta que hacen el esperpento llorón y el Kinomatemático  para el convenio cambiario Nº 20 no aparece por ningún lado el Órgano Superior del Sistema Financiero Nacional, de hecho la resolución ni considerandos tiene, hecho pues todo a la machimberra.  Sin embargo, nadie le parará a esto, porque lo que todo el mundo quiere es tener dólares aquí en su cuenta, para luego poder utilizarlo en el exterior a través de una transferencia, pero mucho cuidado ¡que hasta el santo desconfía cuando ve la limosna muy grande!, en esta política electorera que intenta ganar votos de la clase media y que fuentes confidenciales nos aseguran que fue exigida por los empresarios brasileros a propósito de la entrada de Venezuela a Mercosur.

 De igual forma, lo que el gobierno socialista se propone es tener un control  total y absoluto sobre las divisas del publico aquí, así lo establece el mismo convenio en su articulado 3, al sostener que las instituciones bancarias deberán mensualmente informar sobre los fondos en moneda extranjeras de los cuales dispongan, y allí el gobierno socialista se enterara de lo que tiene cada quien en divisas. En este sentido,  no sería nada confiable esta medida para un gobierno que se ha cansado de amenazar con estatizar y nacionalizar en el caso de la banca extranjera, y más aún cuando el articulo 8 de la Ley de Instituciones del Sector Bancario ya la cataloga como  “utilidad publica”, lo que significa que dado cualquiera de los dos procesos en un  caso de emergencia de divisas el gobierno se podría quedar con su dólares y pagárselos al tipo de cambio oficial, acción que no sería la misma para aquellos jurídicos rusos, iraníes, chinos, brasileros, entre otros conciudadanos de mundo uníos, ya que la cabuya siempre reventará por lo mas delgado,   así que la recomendación es transferir esos verdes a una cuenta en el exterior, más seguro que eso, el infierno.




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