Al parecer el papel de la DEA y de agencias gubernamentales de antinarcóticos en el mundo, no es tanto combatir el tráfico de droga, sino perseguir y si se quiere aniquilar la competencia de los carteles que nacen y se desarrollan a la sombra de esta floreciente industria. Detener o matar, a uno, que otro competidor en el negocio, como el caso Mackled, son acciones para consumo mediático del “combate contra el tráfico de droga”, es el parapeto de Valentín persiguiendo a Yuri Orlov en el Señor de la Guerra. El periodista, escritor y profesor universitario argentino Víctor Ego Ducrot en su libro: “El color del dinero” (Norma, Buenos Aires, 1999), sostiene que “el verdadero objetivo de la Secretaría del Tesoro no consiste en impedir , el lavado de dinero provenientes del narcotráfico y de otras actividades ilegales, sino asegurarse de que el mismo tenga lugar dentro de las estructuras financieras controladas por ese organismo, preferentemente a través de instituciones de crédito de matriz estadounidense.”. Y que mejor organismo para asegurar la canalización del dinero de la droga hacia el sistema financiero, que la propia DEA. Así, los carteles de la droga que no estén ligados al sistema financiero, sus paraísos fiscales y las compañías transnacionales, siempre serán el objetivo predilecto de los agentes de la DEA, así como los organismos policiales, así que la cabuya siempre seguirá reventando por el lado más delgado.
En 1999, John Hoefle escribió un célebre articulo “Sin los bancos, no habría narcotráfico”, donde con toda claridad y de la manera más sencilla explica el papel de la banca y su relación con el lavado de dinero. Dada su actualidad reproducimos en extenso parte del referido artículo: “Consideremos por un momento el volumen de dinero en efectivo que los narcos reciben cotidianamente en una zona metropolitana grande, no sólo la suma en dólares, sino el volumen físico de los billetes chicos que la componen. El solo manejo del dinero es un problema enorme de logística, y, sin un sistema complejo de lavado de dinero, el narcotráfico se asfixiaría en su propio dinero. Además, sería demasiado obvio que los narcos les despacharan toneladas de billetes de 20 dólares a sus amos en las grandes City. Alguien podría darse cuenta, ¿no?, y terminando la cita sostiene el autor: “la clave para lavar dinero es meterlo en los bancos”. Finalmente no se puede olvidar, que los policías que capturan o sacan de circulación a la competencia del mundo criminal, en especial en la droga y contrabando, tienen acceso a una parte del botín. El mismo Mackled en sus declaraciones ilustra esta situación cuando señala: ¿Cómo es posible que un General en Venezuela viva en una casa de 3,4 millones de dólares?, claro, con la plata de los Mackled!, así que la suerte de este, esta echada, todo va a depender de que tan útil seguiría siendo para alimentar las finanzas internacionales de este miserable mundo.
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