El 18 de enero de 2006 la Asamblea Nacional publicaba la Gaceta Oficial Nº 38.360 la Ley Aprobatoria del Acuerdo de Cooperación Energética de Petrocaribe, que es en donde señala el mecanismo de financiamiento para que nuestros hermanos evangélicos del Caribe nos pagasen en cómodas y olvidadísimas cuotas el petróleo que PDVSA le suministrase, el cual indica que cuando el barril del crudo venezolano sea igual o mayor a US$ 50 se financiaría un 40% durante largos 25 años la factura petrolera y cuando este fuera igual o superior a US$ 100, se financiaría la mitad a la misma cantidad de años, pagando una tasa de interés del 1% , con dos años de gracia como “pasapalito”. Pero antes de dicha especificación, la Ley Aprobatoria establecía del mismo modo que se crearía un fondo para contribuir con el desarrollo económico y social de los países del Caribe, denominado Fondo Alba del Caribe con aportes provenientes de instrumentos financieros y no financieros, contribuciones que se puedan acordar de la porción financiada de la factura petrolera y los ahorros producidos por el comercio directo entre nuestros hermanos países, haciendo la salvedad que la República Bolivariana de Venezuela aportaría ella solita, un capital inicial de US$ 50 millones a través de PDV CARIBE, nueva filial de Petróleos de Venezuela creada para el Acuerdo.
Lo cierto del caso, y en franca violación con el acuerdo antes mencionado publicado en Gaceta Oficial, el primer aporte para este Fondo que haría la estatal petrolera fue de US$ 40 millones durante el año 2006, para que el 2007 PDV Caribe aportará otros US$ 72 millones y US$ 50 millones más para el año 2009, según las fuentes que disponemos, toda vez que el informe operacional y financiero completo del año 2010 aún no ha sido publicado por la empresa. En total, la República de Venezuela a través de PDV Caribe es la única que ha puesto en el fondo US$ 162 millones, y de ellos solo se dice que se ha logrado fortalecer una amplia gama de proyectos en materia de salud, educación, vialidad, acceso al agua potable y vivienda, a través de 85 proyectos en 11 países de la región, así como en 3 proyectos eléctricos retornables en diferentes países, pero sin especificar en ningún lado cada uno de ellos y muchos menos publicarlo en el balances financiero de dicho fondo que no existe por ninguna parte.
Como sabemos, el Acuerdo citado también sostenía que los productos que Venezuela podría adquirir a precios preferenciales en compensación del pago diferido de la factura petrolera serían algunos como el azúcar, el banano u otros bienes o servicios que se determinen, a tal efecto y de manera oficial durante el 2009 Nicaragua, enarboló esa condición y a través de la empresa mixta Albanisa, suministró a Venezuela en ese mismo año 17.390 TM de carne de ganado bovino deshuesada; 4.328 TM de caraotas negras para nuestro pabellón “criollo”; 5.415 vaquillas; 17.376 TM de leche de alta duración (UHT), así como 5.589 novillos y 5.697 TM de café verde, donde cabe la pregunta si tales “víveres y animalitos” compensan los 25 millones de barriles diarios de petróleo llevados al hermano país los cuales totalizan según el precio promedio de US$ 57 en el año 2009, los US$ 520 millones que nos tenían que entregar.