Ya estamos de vuelta después de ese merecido descanso!, y lo primero que debemos decir en este 2011 es que el fantasma de RECADI, aquel supra-corrupto control de cambio impuesto a principios de la década de los 80 del pasado siglo, desde hace rato que viene apareciendo en las bóvedas de la Bodega Central de Venezuela. Así las cosas, desde la creación del Sitme, hasta diciembre del pasado año, más de US$ 5.000 millones se han entregado a través de este sistema, sin que hasta los momentos se sepa a quienes o a que empresas, y en cuantas cantidades fueron adjudicados los afortunados, ya que esto brilla por su total ausencia en el Mensaje de Fin de Año de la Institución presentado por Merentes, suerte de Memoria y Cuenta de la BCV. De la misma forma, también se desconoce que se hicieron aquellos más de US$ 520 millones que fueron otorgados con la loquetera que habían denominado “Bonos Cambiarios Venezolanos” durante el primer cuatrimestre del año pasado, todo lo cual suman US$ 5.520 millones que nadie sabe a donde han ido parar.
Cuando este ocultamiento de información ocurre, se sospecha con justa razón, que se están aprobando dólares a empresas inexistentes como fue el caso de Recadi, y a las que se les otorga, se le cobran altas comisiones como el caso del 1 x 1, es decir, por un dólar liberado, un bolívar de comisión, práctica que hasta hace poco según nos comentan era aplicada en la propia Cadivi, todo enmarcado en un nido de corrupción que al parecer esta extendido ahora al BCV, no obstante a ello, por lo menos en el caso de otorgamiento de dólares a empresarios, Cadivi se ha cuidado un poco de ello. En este sentido, la Comisión publica frecuentemente todas las empresas con sus respectivos montos a las cuales ha autorizados divisas, el ultimo informe sostiene que desde su creación, Cadivi hasta septiembre del pasado año, ha entregado casi US$ 134.000 millones a empresarios, importadores y comerciantes, de las cuales US$ 113.500 millones han sido para importaciones ordinarias y más de US$ 20.000 millones en “otros conceptos”, en esos cuadros se puede observar el RIF de la empresa, así como los montos asignados, pero la Bodega Central de Venezuela esta muy lejos de llevar ese control.
Aquí vale la pena recordar, que quien ocupa la actual silla presidencial del BCV, es nada más y nada menos que el Kinomatemático de Merentes, hombre dotado de gran un talento para “truncar” cuentas, como así lo hizo con la compra y posterior venta de los bonos argentinos al sistema bancario fuera del tipo de cambio oficial, la fraudulenta recompra de los bonos Brady de 2006 que era una deuda prepagada de la República, en donde la nación perdió mas allá de US$ 800 millones y en la estafa en el pago de la deuda con el Banco Mundial, donde también estuvieron envueltos, Rodrigo Cabeza, diputado actual del Parlatino, así como Rafael Isea, actual Gobernador del Estado Aragua, es que todos los caimanes siempre han sido del mismo pozo.
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