viernes, 15 de mayo de 2015

"Inconstitucional" el acuerdo alcanzado entre Ford y el Gobierno para dolarizar el mercado de vehículos en Venezuela

        La noticia se supo, pero el gobierno aún no la ha hecho oficial, este tipo de régimen utiliza esta estrategia  para ver cómo reacciona su gente, que hablen los demás, no lo puede soplar a los cuatro vientos, tanta paja con el imperio para morir en su propia moneda en un año electoral, peor momento que este, imposible, pero es un intento de salvación, pero como siempre sostenemos, a estas alturas del paquete, hagan lo que hagan, como lo hagan y donde lo hagan no tienen salvación posible como el Titanic. Tras asfixiar durante muchos años a las ensambladoras, estas confirman que se han quedado sin material a punto de apagar  las líneas de producción, hace un mes General Motors despidió 450 empleados y Ford se preparaba para cerrar 267 puestos de trabajo,  por su parte el gobierno les confirma a las ensambladoras que no tiene dólares porque todo se lo han robado, solución salomónica, llegar a un acuerdo a través de la dolarización, algo que de seguro le produjo todo un orgasmo tanto al NASA, José Luis Cordeiro como al mercenario financiero Ángel García Banchs.

El asunto los comenzará Ford, podrá vender carros en dólares a partir de julio, para luego esto ser seguido sin duda alguna por Toyota, Chrysler, Fiat,  Mack, Volvo, las iraníes. En el país  no lo anunció el presidente de Ford de Venezuela, Héctor Pérez, el gobierno le pidió el hermetismo, esto se conoció a través de Gilberto “caballo de Troya”, dirigente sindical de la herencia que dejó Henry, y luego confirmado desde  Dearborn, Michigan, por la portavoz de la empresa  Susan Krusel. La otra noticia es que las ensambladoras pagaran el impuesto al Seniat en dólares, más verdes para que se roben, estos no irán a la Bodega Central, en el mecanismo  el gobierno corrupto obtendría dólares para alimentar el Simadi, pero que quede claro que mientras la gente compra vehículos en dólares, y las empresas paguen sus impuestos en esa moneda los pendejos trabajadores  seguirán recibiendo su sueldos en los  miserables bolívares que ganan. 

Pero existe otra noticia que inspiró este artículo, la más importante de todas, y la que pasará sin duda alguna por debajo de la mesa en esta sociedad corrupta de cómplices, el acuerdo es ¡inconstitucional!, viola plenamente como la mujer del Cesar el 318 de nuestra carta magna.  En el Capítulo II, referido al  Régimen Fiscal y Monetario, Sección Tercera: del sistema monetario nacional, se sostiene: “Las competencias monetarias del Poder Nacional serán ejercidas de manera exclusiva y obligatoria por el Banco Central de Venezuela. El objetivo fundamental del Banco Central de Venezuela es lograr la estabilidad de precios y preservar el valor interno y externo de la unidad monetaria. La unidad monetaria de la República Bolivariana de Venezuela es el bolívar. En caso de que se instituya una moneda común en el marco de la integración latinoamericana y caribeña, podrá adoptarse la moneda que sea objeto de un tratado que suscriba la República.” Léase bien, no dice que la moneda del circulación nacional sea el bolívar, dice que la unidad monetaria en Venezuela es el bolívar, por tanto se compra,  se vende, y se paga impuesto constitucionalmente en bolívares, así que de tal manera si se quiere hacer el acuerdo de la dolarización con una empresa, o como lo está proponiendo cualquier idiota economista se tiene que cambiar la Constitución, y para cambiar la Constitución se necesita una consulta con el pueblo que tanto dicen defender. 

Nadie saldrá a defender la Constitución, ni Fedecámaras, ni José Guerra, ni Prodavinci, nadie, más bien saldrán los economistas focas de la oposición  a defender esto, a aplaudir esto, no les importa nada, mercenarios como Cordeiro y García Banchs no les importa las leyes, ni la Constitución, como en otrora no le importó a Petkoff  recién ganador del premio Ortega y Gasset y a la grandilocuente  meritocracia de Pdvsa cuando también violando la constitución hicieron  la apertura petrolera de los años 90 del  pasado siglo, pero nosotros lo gritaremos a todo pulmón: ¡es inconstitucional el acuerdo!, todo un alarido en el desierto, por ahora…

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