A través del mercado negro los traficantes de dólares están obteniendo Bs. 20 millones por cada millón de dólares que consiguen en el Sicad II

           Lo dijimos cuando lo inventaron, que con la compra ilimitada de verdes en el Sicad II regresarían los traficantes de dólares en el país, y por supuesto no nos vamos a referir a aquellos que puedan conseguir la migaja de hasta US$ 3.000, sino a aquellos que están adquiriendo verdes por más de un millón  en el sistema, es decir, los boliburgueses,  los amigotes del gobierno, los testaferros de funcionarios públicos que acabaron con Cadivi y el Sitme, es por eso que el Sicad  no se salvará, los verdes  asignados sin ningún tipo de control, sin ninguna estadísticas, sin escrúpulo alguno, los están vendiendo en el negro y luego se regresan al Sicad II a través de un mecanismo cíclico que pasamos de seguidas a describir.

            Llega el tipo al Sicad II y le asignan un palo verde que consiguió a Bs. 50, por lo que su inversión fue de Bs. 50 millones,  ese millón de dólares el gobierno lo deposita en su cuenta en el exterior o el susodicho lo puede hacer haciendo la transferencia, allá afuera como siempre se consigue a un necesitado de verdes y se los vende a Bs. 70, es decir, transfiere los dólares a la cuenta del necesitado y a él en Venezuela le depositan Bs. 70 millones, nótese como se ganó Bs. 20 millones en un tips. Ahora vuelve a ir al Sicad II y hace una nueva solicitud por otro millón de dólares y los vuelve a cancelar a Bs. 50 millones y repite la operación anterior, en cada reciclaje que hace se gana los Bs. 20 millones, lo que significa que si esto lo hace 5 veces al mes se gana en ese negocio redondo que produce más  que la droga ¡Bs. 100 millones! con una inversión de 50 palos, el 100% pues, pero si repitiese eso 3 veces más comenzaría a hacer sus negocios sin poner ni medio y se estaría enriqueciendo a costa del gobierno.  

            El Sicad II, no se deslinda en la estructura esencial de sus antecesores, tráfico de influencia, comisiones, chantajes, retardos en la liquidación de divisas, estadísticas no publicadas que ocultan a quien se le están entregando los verdes, es decir, la enfermedad del lomo, con la diferencia que en esta oportunidad el gobierno tiene menos dólares en el sistema. El Sicad al igual que sus antecesores fenecerá y entonces vendrá otro cuento del gallo pelón.