Totalmente en banca rota la mayoría de las empresas descentralizadas del Estado, se han endeudado en más de 17 millones por ciento desde el 2011

            Como lo sabemos la  deuda pública interna se divide en deuda interna directa bruta, que es la perteneciente al gobierno nacional emanada directamente por el nuevo Ministerio de Economía, Finanzas y Banca Pública, y la deuda interna indirecta bruta, que corresponde a los entes descentralizados del Estado, así como  compañías gubernamentales.  La primera cerró el año 2013 con Bs. 358.193 millones, mientras que la segunda lo hizo con Bs. 85.901 millones para un total de deuda interna bruta de Bs. 444.094 millones, lo que ha significado  un aumento de más del ¡17.000%! puesto que esta se encontraba en Bs. 2.554 millones cuando los fascistas llegaron al poder, el termino fascista siempre es utilizado para aquellos que están en el poder como así lo demostró quien lo inventó: Benito Mussolini.

De ese gran total los tenedores de papeles representan la mayor cuantía de la deuda teniendo en su poder más de Bs. 350.000 millones de Bonos de Deuda Pública Nacional, de ese total sólo se sabe con certeza que la banca privada tiene Bs. 146.615 millones, mientras que los haberes de la pública llegan a  Bs. 97.040 millones para diciembre de 2013 para un total de DPN en posesión del sistema bancario  de Bs. 243.655 millones, lo que significa el 70% del total de los bonos DPN en circulación, estando el resto en compañías y en particulares capitalistas, neoliberales y salvajes.  

Sin embargo, lo novedoso de estos pasivos internos es el  endeudamiento masivo en que han caído al menos en los dos últimos años las empresas descentralizados del Estado, puesto que de después de mantener un endeudamiento promedio de medio millón de bolívares entre los años 2005 y 2011, terminaron el 2012 con una deuda de Bs. 24.395 millones y de Bs. 85.901 millones para el cierre del pasado año, lo que significó un aumento de casi 5 millones por ciento con respecto al 2012 y de más de 17 millones por ciento con respecto al 2013, lo que indica con muchos pelos y señales que muchas de estas empresas descentralizadas del Estado están en banca rota.