viernes, 20 de marzo de 2015

El Banco Central ocultando el contenido específico del oro que está bajo su resguardo hizo la hipoteca del metal por US$ 1.500 millones



A mediados del año 2011 fue cuando el difunto supremo había ordenado que se trajeran las reservas que estaban resguardadas en el exterior, estas lo que hacían era darle  valor a su nombre de reservas internacionales, es decir, deben estar afuera para garantizar pagos de importación y deuda externa, así como servir de aval para nuevos crédito foráneos, por eso es que llevan ese nombre.  Así las cosas,  según las notas a los estados financieros de la Bodega Central  para el primer semestre de ese año, existían US$ 10.328 millones en el exterior, y US$ 7.585 millones en las arcas de la BCV, para un total de reservas de US$ 17.914 millones, en un relación de 60/40 a favor del exterior. Dicho total derivaba  de multiplicar 11,760 millones de onzas troy por un precio promedio en el valor de oro de US$ 1.520, pero aquí es bueno resaltar que un encuentro sobre el metal aurífero realizado en marzo de 2011 en la propia sede del Banco Central, la Gerencia de  Administración de Reservas Internacionales sostuvo que las barras de oro resguardas en las bóvedas de esa institución no tenían el sello internacional good delivery del mercado físico de Londres,  lo que significaba que tales eran más bien oro cochano sin validez en el exterior. 

Pasado un año y habiéndose cumplido la orden celestial, para el primer semestre del año 2012, la reservas en el exterior se ubicaron en US$ 2.720 millones mientras que la de aquí con el traslado llegaron a US$ 16.706 millones para un total de US$ 19.427 millones, con una relación ahora de 16/84 a favor de las arcas de la Bodega Central; y producto de que cada una de las 11,760 millones de onzas tenían un precio promedio en el valor del oro de US$ 1.651, donde es bueno recalcar que  esa especificación en la contabilidad de reservas se llevó hasta el primer semestre de 2013, porque a partir del segundo semestre de ese año como ya ha pasado con otras cuentas se dejó  de contabilizar en detalle  como se venía haciendo. En su oportunidad gritamos a los cuatro vientos que el traslado de las reservas había sido una torpeza más del Comandante Supremo ya que con esas reservas aquí, aún con el sello good delivery, aproximadamente unos US$ 7.600 millones no tenían  validez  porque la BCV no era ningún organismo reconocido internacionalmente que diera fe de ello, por lo tanto para que volvieran a tener su valor tendrían que ser trasladadas del nuevo al exterior donde instituciones  como el Banco de Inglaterra o el Banco de Basilea dieran su visto bueno. 

            Hoy en día las reservas vuelven a la palestra pública, en esta ocasión por un intercambio (swap) para la obtención de liquidez por oro en vista de la crisis de divisas que experimenta el país, se habla de unos US$ 1.500 millones, lo que significa que estarían involucrados alrededor de 1.304.347 onzas de oro troy con sello good delibery a un precio de  US$ 1.150, con la mínima condición que para poder producirse dicha transacción ¡estas tienen que ser llevadas al exterior! para la ejecución del swap, algo que supuestamente ya se hizo en aviones militares. Y una vez pagado los US$ 1.500 millones en condiciones que se desconocen se regresará el oro hipotecado. Aquí también debemos señalar que esto sucede en un momento en que el Banco Central  no publica sus estados financieros desde noviembre del año pasado y que desde el segundo semestre del 2013 oculta las especificaciones de la reservas en oro, por si fuera poco la BCV aún no ha publicado las notas a los estados financieros correspondiente al segundo semestre de 2014. Aquí es perentorio recordar la tracalería que el hizo la propia Bodega Central cuando en octubre del pasado año colocó dos totales de reservas diferentes, produciéndose un guiso de casi US$ 2.000 millones como bien lo muestra nuestra imagen de hoy.



No hay comentarios:

Publicar un comentario