Después se quejan algunos por qué
lo llamamos la Bodega Central de Venezuela, el Ordinal 7 del Artículo 7 de su
ley vigente desde mayo de 2010 sostiene, que para el adecuado cumplimiento de su objetivo, la
BCV tendrá a su cargo la función entre otras de “participar en el mercado de
divisas y ejercer la vigilancia y regulación del mismo, en los términos en que
convenga con el Ejecutivo Nacional,” entretanto el Ordinal 17 del Artículo 21
en cuanto a las atribuciones de su Directorio está el hecho de “fijar, por
acuerdo con el Ejecutivo Nacional, los precios en bolívares que habrán de regir
la compraventa de divisas”, es decir, el tipo de cambio. Ahora un nuevo
organismo creado por el Ejecutivo Nacional denominado Centro Nacional de
Comercio Exterior que denominaremos preventivamente como el CENCE le quita
tales potestades a la Bodega Central.
Así las cosas, entre las competencias de este Centro
rezan los ordinales 11 y 12 del Artículo 4 de su Gaceta que el mismo puede
“Ejecutar las políticas para optimizar las divisas” y al mismo tiempo “Ejecutar
procedimientos de organismos y mecanismos cambiarios”, todo lo cual indica que
se le quita a la BCV tales responsabilidades, y para quienes tengan la duda que
esto no es así, el Articulo 2 de la creación del CENCE sostiene que las disposiciones
de su Decreto con Rango, Valor y Fuerza
de Ley son de orden público, y
prevalecerán sobre las contenidas en otras leyes de su misma jerarquía,
sobre ámbitos relacionados con el objeto del mismo, en cuanto contradijeren o
colidieren en su aplicación, lo que significa en términos castellanos que el
CENCE está por encima del Banco Central, no es así inútil de Armando León?. Esto
a nadie debe extrañar porque toda esta confabulación contra el Ente Emisor
comenzó en mayo de 2005 cuando el difunto le quitó la exclusividad del manejo
de las divisas del país que sin lugar a dudas comenzó todo este embrollo.
Del
mismo modo, el Centro Nacional de Comercio Exterior también acaba con Cadivi,
toda vez que el Ordinal 1 del mismo Artículo 4 establece la función de “Garantizar y asegurar la ejecución de las
políticas nacionales e materia de administración de divisas, exportaciones,
importaciones…” entre otras vainas, mientras que a través del Ordinal 9 tiene
la competencias de “Elaborar, mantener y
actualizar el registro de las personas naturales y jurídicas que tengan
necesidad de acceso a divisas o que realicen operaciones de comercio exterior,
para lo cual dictará las providencias correspondientes”, es decir, se trata de
que los ciudadanos y empresas tengamos que hacer un nuevo Rusad, aquí lo que
pasó fue que no se tuvo las bolas suficientes para decir que Cadivi ha sido
todo un fracaso en la administración de divisas y por tanto debía ser eliminado
luego de más de 10 años de existencia, su muerte será entonces disimulada y
lenta. No suficiente con lo anterior el segundo párrafo del Artículo 20
sostiene que Cadivi y el Sicad cuya
competencia es de la BCV “quedarán bajo el control directo del CENCE”, más
claro no puede cantar ese gallo.
Por su parte
el Artículo 6 de la creación de este Centro nos trae que los gastos de su funcionamiento
serán financiados con cargo al presupuesto del Ministerio del Poder Popular
cuyo titular ejerza la Vicepresidencia del Consejo de Ministros Ridículos para
el Área Económica, mediante fondo especial que se cree para tal fin, todo lo
cual indica que como dicha presidencia está actualmente en la manos de Rafael
Ramírez, ministro del Poder Popular Revolucionario Mismo de Petróleo y Minería
lo hace convertir en amo y señor
todopoderoso de las divisas del país, ya que las produce a través de Pudrevsa y
ahora las administrará, como desde hace un buen tiempo hace con las políticas petroleras
en donde el señor que la supervisa (el
ministro) es el mismo que las ejecuta (Pudrevsa). Finalmente la gaceta de
creación del CENCE elimina tanto al ridículo y fracasado Órgano Superior para
la Optimización del Sistema Cambiario, y que destinado al bienestar de la
población, y a la creación del régimen y las políticas cambiarias, así como la
tendencia hacia la baja inflacionaria, creado
a principios en febrero de este año y al Consejo Nacional de
Exportaciones de más reciente data.
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